tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

martes, 31 de mayo de 2011

Y eso que me dijeron "Sanchez, no te enganches"

Nos dijimos nuestro adiós, en la noche anterior.
El amor estaba en tus ojos, en la noche anterior.
Ahora, hoy, veo que has cambiado de opinión,
tratame como lo hiciste en la noche anterior.

Estabas diciendo
 mentiras en la noche anterior?
Fui tan tonta en la noche anterior?
Cuando te abracé tan de cerca, fuiste tan sincero,
Tratame como lo hiciste en la noche anterior.

Anoche fue una noche en la que voy a recordarte..
Cuando pienso en las cosas que hicimos,
me dan ganas de llorar.

Nos dijimos nuestro 
adiós, en la noche anterior.
El amor estaba en tus ojos, en la noche anterior.
Ahora, hoy, veo que has cambiado de opinión,
tratame como lo hiciste en la noche anterior.

Estabas diciendo mentiras en la noche anterior?
Fui tan tonta en la noche anterior?
Cuando te abracé tan de cerca, fuiste tan sincero…
Tratame como lo hiciste en la noche anterior,
             como en la noche anterior...

lunes, 30 de mayo de 2011


LA PUTA MADREEEEEEEE

¡Justo ese evento vengo a perder habiendo tantas pelotudeces insignificantes!
Dos posibles descenlaces:
a) lo encuentro
b) muero de un pico de stress

domingo, 29 de mayo de 2011

"Sos muy frontal vos"



Habíamos quedado en encontrarnos a las 3:30 hs. Corría de prisa en el reloj la hora del encuentro. Sería sólo una tarde, pero debo admitir que aquel cuento del 6to sentido no es sólo un mito, porque yo puedo decir que lo intuía. No en lo que acabaría, claro, pero que el horario de finalización no sería el supuesto. Como sea, caminamos y disfrutamos el placer del frío luchando versus un pañuelo de seda y una campera de cuero, junto con el antojo a chocolate que producen las bajas temperaturas. 
Ya siendo las 7:00 hs pm, arribó la duda, eterna e irremediable, junto a la paranoia: ¿qué me pongo? Costó decidirme, pero me sentí segura al fin. De mi misma y mi cuerpo. A lo mejor la clave de toda la cuestión de los previos fracasos, recayó ahí.

Sabía con seguridad que estarían los dos (no voy a desmentirlo) y los demás, que no tienen número alguno para mí porque vendrían a ser esas personas que rellenan la escena principal en una película, los llamados "extra" a los que, quizá se les ve el rostro, pero no tienen relevancia alguna para el desarrollo de la historia protagónica. Situación que se puede trasladar al mundo: es una película en la cual todos somos partícipes dependiendo de las circunstancias y personas; por lo tanto la historia verdadera e interesante se forma por los pequeños fragmentos de cada uno.

Reímos y se hicieron pronto las dos de la mañana. Las horas del sábado volaron como colibrí en primavera, sin vuelta atrás y de manera constante. Decidimos partir, entonces.
Sabía que ése era el rumbo que tomarían ésa noche, ésos muchachos; y a decir verdad no fue la primera vez que la razón de su asistencia fue la antedicha.
Dudamos, nos sentimos algo así como sapos de otro pozo. El que no arriesga no gana dicen. Entré, entramos, y lo saludé entre la gente y las dudas, un poco vacilante. Minutos después llegó el correspondido, el que se suponía, el oficial. Me dije no más papeles de estúpida, vine a pasarla bien. Y yo sé, no de sus palabras y mis oídos, pero puedo decir que sé con certezas que me vio y jugó un juego estratégico al cual me acostumbré. Te veo, pero no te saludo. Pero no aflojé, no iba a ser la embobada por un amor que realmente no hay, así que me rehusé.
Fue allí cuando me volví para mirar la hora, las cuatro y media que me tiraron de los párpados y me quisieron apresurar. Lo hicieron. Y ahí lo vi, sólo, y dije ¿por qué no? Es una persona y yo creo en él porque algo me produce creerle, aunque muchos me digan que no debería. 
Me acerqué titubeando y con voz nerviosa entablé una conversación con el dueño de los mejores besos que en la boutique de mis labios adquirí a lo largo de mi corta pero valiosa experiencia.
Percibir, creo que de eso se trató la noche. Sentí una energía adornada de miedo de su parte hacia un tercero (ya sea la chica o el amigo) y no hago referencia exactamente al miedo que le tenemos a la oscuridad o un insecto por ejemplo, si no al miedo que tiene quien hace algo indebido y está atento porque no quiere que lo descubran cometiendo el indebido crimen; el interior. Yo vendría a ser el delito, él, el ladrón, y aquel el policía en esta causa. Una especie macabra de poliladron. Pero yo no quería jugar ese juego. Excusas recibí. Traté de ser más puntual, quería, y además necesitaba explicaciones que me esclarecieran el funesto panorama. Los meses así, como desde aquel noviembre, no quería que perpetuaran, de lo contrario la obsesión se instalaría indefinidamente. Pero él no me las dio. Tal vez gané por cansancio o lo tenté a cometer el delito, quebrando su fuerza de resistencia. Ojalá sea la última...
Entre birras trasgredimos un “no pasar” que se reiteraba a sí mismo con un “prohibido entrar” El momento que tanto había estado esperando se repitiera: ante mis ojos, aproximándose como desea un naufrago alcanzar la orilla. Nos escondimos (no sé por qué) allí, quemando todos los minutos y segundos que tuvimos, nos encerramos a saciar la sed.
Sabía sobre mí, mucho más de lo que pensé. Creí que el sexo opuesto era muy diferente al femenino, pero hay acciones que no son exclusivas de nosotras. Me reprochaba lo culpable que la edad lo hacía sentir y lo sorprendido que estaba respecto a mi frontalidad. "Sos muy chica" "Sos muy frontal vos" Frases que resuenan como ecos entre las paredes de mi mente.
Siempre lo que no se debe hacer es lo que más tenemos ganas de hacer. Por eso no pasó mucho tiempo hasta que sentí su calor en mi cuerpo, tuve la posesión de su lengua,  sus brazos, sus dedos y recorrí cada rincón de su espalda. Nos mezclamos desmedidamente. Quería parar el tiempo, hacerlo eterno en su forma de tocarme y agarrarme el pelo.
Tuve miedo de hablarle y miedo también a un rechazo que no existía.
Sigo sosteniendo que es un niño, feliz, y eso es justamente lo que más me atrapa.
Despeinada, todo quedó encerrado en ese cuarto vacío, tan lleno de calor y ganas.
Donde convergieron los sueños y el fuego.


Ahora, lo que yo no entiendo, es: 
¿había algún código con el policía? ¿tal vez irrompible y fuerte como una amistad de por medio? ¿quería realmente estar conmigo pero no podía? ¿o no quería? ¿de ser así, por qué nos alejamos de la mirada de los demás? ¿a quién le temía? ¿cuál era o es el nombre del obstáculo que se presenta entre nosotros? ¿por qué si tuve todo lo que quería, no me siento satisfecha? ¿qué es lo que me falta y que no puedo ver? La vela quizás se consumió, porque la cera no es eterna y mucho menos lo es la pasión. 

sábado, 28 de mayo de 2011

Un rompecabezas de piedra.

Uno comete el mismo error simplemente por el hecho de gozar del pequeño placer que ese error te provoca, que produce a su vez acostumbramiento. Puede ser castigo por alguna culpa, puede ser temor a enfrentarse con la realidad.. 
Pero en algún momento vas a decir basta.
 Ya lo estás viendo, así que el siguiente paso no está tan lejos.



lunes, 23 de mayo de 2011

domingo, 22 de mayo de 2011

The magical mistery tour

Me emocioné hasta llorar. Reí. Corrí. Canté. Grité. Fui feliz.
Por unas horas me sentí parte de toda ésa generación a la que pertenece la música más trascendental que aún hoy (afortunadamente) sigue vigente.
Grandes imitadores. Fue como haber asistido a un recital de The Beatles.


                                       Qué linda noche!

sábado, 21 de mayo de 2011

Click. Pasos hacia adelante.

No siempre podemos ver con claridad que la felicidad no es un hecho azaroso, si no que es nada más (y nada menos) que un estilo de vida. Que no depende de las circunstancias, si no de los actos que llevamos a cabo. Es necesaria la mínima cuota de egoísmo para emprender el camino de la felicidad. Y la valentía para cerrar con los círculos que te hacen mal.
Así como es importante tomar los riesgos necesarios y coherentes para conseguir aquello que queremos. No siempre la fortuna llegará sin que nosotros tengamos que mover un dedo. A veces hay que pelearla, dar batalla al asunto y no rendirse, ni en las peores condiciones.
Una sonrisa de un cercano, una charla, te pueden cambiar la forma de ver las cosas y hacerte pensar y replantear lo que somos e hicimos. 
Al fin de cuentas es el amor a ellos el que nos empuja a cambiar y seguir adelante.
Por eso, dije no más, no te auto destruyas con canciones que te angustian. No te encierres ni te apegues a la gente. Viví el ahora con lo que tenés y no pienses en condicional. Alejáte de lo que te apague y consuma tu sostén, dejalo de lado. Mantené la calma siempre para tomar las decisiones más sabias y así conseguir mejores resultados
Hay que ser capaces, también, de dar el primer paso, ya sea para conversar un determinado tema, para acercarse a una persona que te interesa u otro motivo; porque las relaciones son un 50% y 50% y no podemos alegarle al otro siempre la ardua responsabilidad de la primeras instancias. Si vos no lo hacés ¿por qué ha de caer en el otro la obligatoriedad de hacerlo? No hay nada que perder, porque no hay nada peor que lo perdido de antemano. Probar, intentar y equivocarse son parte del aprendizaje.
En determinados momentos de esta ruta, es absolutamente necesario tomarse un tiempo, pensar y ver el lado medio lleno del vaso. Ésto no es una pérdida de tiempo, al contrario es una inversión a largo plazo para valorar aquello que tenemos y analizar lo que nos rodea. No digo que ignoremos siempre lo malo o lo ocultemos, al contrario, hablo de afrontarlo con una sonrisa si es posible o tratar de solucionarlo, porque todo problema tiene solución, y si no la tiene, entonces dejar de maquinarse con aquello que ya no depende de nosotros porque no conseguiremos nada dándole vueltas al asunto. Si las cosas no se dan como lo deseamos, mala suerte. Otra vez será. No podemos pretender que todo, todo el tiempo nos salga como queremos. En ese caso la vida sería muy aburrida. Somos lo que somos por todo lo que fuimos. Lo que pasó, pasó y por algo así fue. Y no se puede cambiar.
Hacer lo que tenemos ganas de hacer es una llave hacia lo que tanto ansiamos. Al menos yo recuerdo que era tan feliz cuando en primer año todos los días al llegar del colegio, me ponía a cantar arriba de la silla, del sillón y de la cama como una loca canciones karaoke, de Hannah Montana o Shakira o Los Piojos o cualquier cosa que me gustara.. creyéndome una cantante internacional. Hacer eso me hacía feliz, y poco a poco no sé por qué comencé a dejar de hacer lo que me gustaba realmente y empecé a instaurarme en la rutina de otras chatarras como el Facebook o música que me sentía presionada a escuchar. Me fui dando cuenta de que comencé a tirar debajo de la alfombra retazos de mi verdadero yo por ser poco “geniales” ante los demás y así progresivamente fui perdiendo mi esencia, lo que me hacía única. No pude ver que uno le cae mucho mejor a las personas si se muestra desnuda, al natural, tal y cual es, sin libretos ni manos de pintura. Porque entonces, van a saber el producto que de alguna forma están adquiriendo; de lo contrario, al tratar de mostrar siempre la faceta que nos conviene en algún momento, irremediablemente, se nos caerá aquel disfraz por el cual nos presentamos. Y sobrevendrá aquí la desilusión.
Por otro lado uno de los puntos más importantes y existenciales: prestar atención. En algunas ocasiones nos cegamos de obsesión y nos perdemos cosas quién sabe mejores. Estamos tan negados, tan necios, que quizá no percibimos el tesoro que tenemos delante de nuestras narices. Hay que abrir los ojos, y no me refiero sólo a la forma literal y humana que involucra el parpadeo, me refiero a fijarnos un poco más en lo que nos rodea. Porque muchas veces, estamos más cerca de lo que creemos.
A partir de hoy, en este preciso instante voy a actuar sin pensar en lo que piensen los demás. Hacer eso que quiero, que considero positivo, que realmente me motiva. Ser como siempre fui y dejar de reprimir mi formato original. Liberarme de alguna forma.
Valoro de este camino, la persistencia que tuve que me llevó a empezar miles de veces de nuevo, aún cuando parecía que el golpe había sido el más duro y sería muy difícil recuperarse para volver a la lucha. Me doy cuenta de que estoy creciendo y que de los errores aprendo, y que todos, hasta los más grandes, me sirvieron, aunque a veces me cuesta no tropezarme con la misma piedra. Se acabó se terminó. No voy a permitir que nada me siga opacando el sol que siempre estuvo, está y estará. Sólo me tengo que pararme en el punto indicado del mundo, de mi mundo, para dejarme calentar por sus rayos. Todo depende de mí. Mi vida es mía, de nadie más.

viernes, 20 de mayo de 2011

Definitivamente no estoy hecha para las ciencias exactas.

Hoy me veo en medio de tanta hipocresía.

Te quiero. Te amo. Gracias.
Palabras. ¿Sólo palabras?
Quiero tener un espejo que refleje la intensidad de la honestidad que hay en cada una de ellas cuando son pronunciadas. La gente no tiene lógica, eso es absolutamente cierto, si seguimos esa línea, entonces su habla tampoco la tiene. Al fin y al cabo cada uno de los actos que desarrolla el ser humano conllevan a un único fin, en mayor o menor medida: la aceptación, el hecho de ser querido, tal vez de distintas maneras.. la popularidad o el reconocimiento ante los demás, el prestigio. Entonces quizá eso quiere decir que vivimos para otros y a veces nos olvidamos de que es nuestra propia vida. Elegir con quién queremos transitar nuestros momentos, es una elección nuestra; y en reiteradas oportunidades para no quedarse sólo, el hombre, recurre a una de sus más majestuosas, en mi opinión, habilidades que posee. Fingir. Actuar.
Siento que o la gente está contenta todo el tiempo, o de lo contrario, vive ocultándolo. Se vé todo lo que hay reprimido, aunque se lo quiera tapar con 10 frazadas, nunca va a ser suficiente para el elefante.
Me irrita el trato distintivo que manifiesta una persona sobre determinada otra de un grupo, por ejemplo, de amigos. Todos somos iguales. Y debemos tener en claro que no se le cae bien a cada uno de los que se nos cruza en este camino. Todos tenemos un corazón y sangre por dentro. Ahora, que ella sea más delgada, que aquella tenga rulos, que la otra tenga una nariz más grande, no la hace, a ninguna de ellas, más o menos persona. Por lo tanto el trato debe ser el mismo. Algo que se dice tan vulgarmente y se enseña desde la primaria y creemos saber de memoria, porque escuchamos tantas veces hablar de los valores. Pero, eso no quiere decir que hayan sido aprendidos, al menos, no de la boca para afuera.
Es verdad, cuanto más vistoso es el envoltorio de la golosina, más ganas de comprarla vamos a tener. Pero los seres humanos, no somos caramelos. Es tan triste vivir en una sociedad tan sectaria. Los hippies con los hippies, los que escuchan determinado estilo de música con los que escuchan el mismo estilo de música, los drogones con los drogones, los artistas con los artistas. ¿Acaso somos agua y aceite que no nos podemos mezclar por el simple hecho de no ser similares? Estoy segura de que si nos diéramos una mínima posibilidad y habláramos sin el título colgado del cuello con el que esta sociedad nos caracteriza, las amistades y el contacto sería mucho más amplio y variado. La gente es muy cerrada. Y se apega a otra como si fueran de su propiedad. Y no se dan cuenta que lo único propio en esta vida es lo que aún yendo a una isla como náufragos, seguiría con nosotros. Probablemente, ésta sea la causa del por qué se sufre tanto cuando se producen los desencuentros o las cosas se dan como no las planeamos. 
Sé que no voy a cambiar nada escribiendo ésto, así como el mar nunca va a calmar su sed.. no me parece que estemos cerca de dejar los prejuicios de lado, aunque se niegue que así sea.
Es increíble cómo, con el correr de los años, las cosas, las más ínfimas e insignificantes, van tomando otra forma a la anterior, cómo todo se desmiembra y va adquiriendo otro punto de vista.
Al fin y al cabo, un amigo, UNO SÓLO, es más valioso que 30 personas girándote alrededor en las cuales no se puede confiar plenamente. Como siempre, el dicho popular tenía razón, más vale calidad que cantidad. 

jueves, 12 de mayo de 2011


Me estoy muriendo de nervios. Hace mucho no me sentía así. Como desde las pruebas de Piris.
Claramente tengo problemas y en la facultad voy a sufrir mucho y me voy a quedar pelada por stress.
Que sea viernes a la una de la tarde. Odio esto de no tener tiempo ni para tirarme un pedo. 

domingo, 8 de mayo de 2011

No me dejes caer.

Ecos de silencio, se acurrucan en el rincón derecho de mi corazón. Quedan los restos de una fiesta, y una fragancia a desilusión. Tomar un largo tiempo, largo, para descansar de la sexta rutina de la semana. 
Hay tanto que no se ve, tanto que permanece oculto. Simplemente se ven cigarros y alcohol. Y ahora, todo es lo mismo: comer o no comer, dormir o no dormir, leer o no leer, sentir ya equivale a no sentir.
Ciertas veces, efímeros o no, uno preferiría ser una piedra, inmóvil e insensible al viento que te hiela desde el caparazón hasta el crepúsculo del propio ser. ¿Se puede arreglar todo lo mal hecho? ¿Realmente se puede reparar todo lo erróneo? Tenemos decisión y poder sobre absolutamente todo en este planeta, menos sobre nuestras emociones. Días que me siento un lobo, noches en que soy feroz y sólo lastimo, pero lo hago por instinto, como los animales. Me exilio a mi soledad, me voy de acá. Porque esa luz me alejó de mi refugio, me llamó suavemente en un principio, y luego se volvió temerosa y rígida hasta envolverme en su totalidad. Traté y traté, pero no pude con ella. Estoy tan llena de algo en mi cuerpo, tan vacía. Me consumo interiormente, gradualmente un poco más, cada día me parezco más a una vela: la cera se va acabando, y yo me voy derritiendo, sin posibilidad de re-compostura alguna.

Nos veremos otra vez..

Aunque te abraces a la luna, 
aunque te acuestes con el sol..
No hay más estrellas que las que dejes brillar, 
tendrá el cielo tu color. 
No estés solo en esta lluvia, 
no te entregues por favor. 
Si debes ser fuerte en estos tiempos 
para resistir la decepción, 
y quedar abierto, mente y alma, 
yo estoy con vos. 
Si te hace falta quien te trate con amor, 
si no tenés a quien brindar tu corazón, 
si todo vuelve cuando más lo precisás, 
nos veremos otra vez.


sábado, 7 de mayo de 2011

C'est finí


Hace tiempo ya, que me viene pasando esto: la gente, no toda, claramente, por alguna razón me boludea. Y sólo me pasa a mi, siempre a mi. Quizá sea porque siempre trato de evitar las peleas, o las malas contestaciones. Entonces ante un chiste garca, pongo una sonrisita aunque por dentro me haya jodido mucho. Pero como evidentemente esto no funciona, voy a empezar a ser una reverenda forra con quien se lo merezca, papel que me sale bastaaaante bien. 
Mi hermano es lo más valioso que tengo.

lunes, 2 de mayo de 2011

Parecer, simular, fingir.

Quiero estar en un lugar ideal,
donde no les vea nunca más la cara a aquella gente que me hace mal, 
donde las personas sean un poco más humanas y juzguen menos
donde nadie me conozca y realmente se pueda empezar desde cero a construir algo que realmente me satisfazca, 
donde todos sean ciegos y así menos superficiales,
donde las palabras no lastimen más que un golpe,
donde pueda vivir sin tiempos, ni horarios, sin obligaciones (al carajo todo)
donde pueda descubrirme y por fin ser yo misma.
Porque me di cuenta que no me conozco tanto como pensaba. Que lo que me dijeron en otras ocasiones, algo así como que quiero llamar la atención, es cierto. Uno necesita de la familia. Pero.. ¿existe realmente la familia feliz? O es sólo una apariencia que vemos cuando vamos a las casas de los demás. Lo veo en tus ojos, el odio hacia vos misma, hacia mí. Esa bronca mutua entre las dos. Llevar la misma sangre no asegura el cariño. Perdón por ser así, perdón, perdón, perdón. Traté tantas veces de cambiar, y voy a seguir haciéndolo. Fuiste y serás la persona que hizo todo tan correctamente, y entre tanta perfección aparecí yo, como una mancha sobre un suéter blanco. A cagar todo, como siempre. ¿Estoy haciendo algo productivo a lo largo de lo que es este camino que es mi vida? ¿O estoy encerrada en una monotonía? Lucía una vez me dijo que sólo yo tengo las respuestas y es por eso que ella me hacía tantas preguntas, porque yo era la que sabía y no ella. Nunca nadie me dijo que estaba orgulloso de mi, ni ninguna típica frase gay. O tal vez sí, en un tiempo pasado, cuando todavía era alguien. No quiero contestar más “sí, está todo bien” cuando no está todo bien un pomelo. Cuando en realidad, está todo como el culo, todo igual que siempre. Me trago toda esa bazofia sola, simplemente por el hecho de que no hay nadie que me entienda, y los que me entienden ya no están, y a los que están, no les interesa. Sólo se sienten en el compromiso de escucharme porque llevo el título de amiga, y eso es lo que los buenos amigos hacen. No porque quieran saber cómo estoy de verdad o me quieran ayudar. Por eso decidí no compartir lo que me pasa dentro. Total, creo que nadie lee mis entradas al fin y al cabo. Y me sirve para desahogarme un toque y sacarme de encima este peso invisible que me acongoja.
Soy como una planta, que recibe luz y agua, pero sin amor, me voy muriendo cada día un poco más, entre la agonía del sufrimiento y el llanto. Tengo la sensación de estar rodeada de gente para la que no soy nada. Me siento más sóla que Bin Laden en su velorio. ¿Tan mal hice las cosas? Me gustaría que sólo un día fueras yo y sientas ése fuego que no logro domar ni con sabios años. No me estoy victimizando, o tal vez sí, pero es que una persona se cansa, se agota. Nada es para siempre. Me pudrí de pintarme o idearme una absurda felicidad que sólo simula, mis problemas recaen en el verbo “parecer”. Toda esto es una mentira que rodea el hecho de fingir. Pero fingir frente a quién? Qué es lo querés Ilenia? Tengo caca en la cabeza y estoy llena de sentimientos feos, horribles. Me voy a limitar a dormir y seguir soñando. Soy una cobarde del orto. Yo que me cría tan fuerte.. Voy a vivir por vivir o mejor dicho vivo muriendo. No estoy contenta y dudo haberlo estado en los últimos dos años. Pero tengo tanta mierda adentro que me consume.. que me va contaminando todas y cada una de las células del cuerpo hasta inundar de bosta todo mi ser.
Creo que ya estoy podrida y no hay vuelta atrás.

Nos tomamos un corto tiempo.



Buscar y encontrar. Sería un buen punto ése.
Ya no tengo más fuerzas, ni el mañana me entusiasma.
Cuando todo se convierte en un monotonía y no hay música ni sol que te hagan abrir los ojos, ni voluntad para despegarte de las tibias sábanas. Uno piensa y se plantea que hizo lo mejor que pudo. Como consolándose, como justificándose el hecho de rendirse y la cobardía que eso significa. Quisiera poder dormir un mes entero y despertar después, con el entusiasmo rebalsando como café en una taza. Ojalá. La saturación de mentirte es algo que te enceguece y cada vez se hace más insoportable. Cuando no tenés un hogar. El combustible está ahí, pero el fuego no. Mi casa no es mi casa, por eso voy a la deriva, como un panadero en un pastizal que se va deshojando con el viento. De dónde salió la idea de mundo perfecto, quién la creó. Es una añeja idea. Quién dijo que todo fuese amor y sonrisas que se hornean lentamente hasta concretarse. Estaba errado. Es más, no hay razón para creer en ello. Yo sólo creo en lo que no veo, porque lo que veo no lo creo. Llegué a la conclusión de que provengo de otro lugar, de otro norte. Y llegué hasta esta burbuja a través de la evaporación de mis células, jamás fue voluntario. Y ahora que el frío comienza a apretar, no hay terapia que me ampare, que los colectivos se me escapan, y las amarillas hojas crujen, puedo decir que no quiero pasar otro invierno así y no sé si llegaré a la próxima primavera para ver a las flores salir de su capullo. Realmente no lo sé. No hay fuerza ya, tampoco magnetismo, ni siquiera para leer, y menos para luchar contra la corriente. Tan poderosa y monstruosa que me transforma. Vengo de otro lugar y añoro mis épocas de cuando era normal. A veces la gente se esfuerza por no ser como los demás, dejando de lado lo que implica la anormalidad. Muchas veces, es mucho mejor pertenecer a la manada. Científicos decían que el alma no puede enfermar, pero la enfermedad es más leve cuando no está escondida. Que se manifieste visiblemente con síntomas como hinchazón, no la hace más importante, al contrario demuestra su debilidad al mostrarse.
Si volamos de fiebre sabemos que estando en reposo, con un par de paños calentitos acobijados en la frente, seguramente nos sentiremos mejor. Pero cuando tenemos la mente enferma que actúa a escondidas de manera crónica, nos resignamos a la condena y a la pérdida de los años, que son pocos cuando uno se inmersa en semejante porquería, sin saber que no hay antibiótico alguno que pueda sanarla. Llena de esperanzas, que pierdo progresivamente, quedo vacía, hueca. Sólo uno mismo se puede vencer. Hay cosas tan grandes que no se ven. Es una paradoja que al ser tan gigantes y potentes no caben en cuerpo alguno, ya sea físico o no. Entonces se hacen invisibles, siempre conservando su potencial. Bueno, eso, justamente eso es lo que me pasa a mí.