tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

viernes, 28 de junio de 2013

Depende.

Se puede escaparle a la rutina, o puedo uno abrazarse a su condena.
Se puede ser libre tras las rejas o se puede estar preso en libertad.
Se puede ganar perdiendo, o se puede perder ganando.
Se puede ser feliz un día de lluvia, o se puede estar triste un día de sol.
Se puede tenerlo todo con escasos recursos, o se puede tener nada en la materialidad más brillante.

Se puede llorar por inmensidades, o se puede reír por pequeñeces.
Se puede aprender equivocándose, o se puede acertar sin aprender nunca nada.
Se puede proyectar hacia el incierto, o se puede buscar la receta que nos redima del futuro.

Se puede adoptar uno u otro modo.
Lo cierto es que se vale todo en esta función que es a ensayo y error...
Y por deducción, si A es igual a B,
entonces,
se puede todo.


Mirame volar alto,
porque me das vida

como a una mariposa. 
 

sábado, 22 de junio de 2013

Hoy es sábado pero se siente como si fuese domingo.
Me he preguntado muchas veces ya, qué es lo que tienen los domingos que uno puede reconocerlos con el sólo tacto del dedo índice en la pava a muy tempranas horas de la mañana. O tal vez, sólo con pispear a través de la ventana con el ojo derecho (sin siquiera salir de casa) el caminar lento y despreocupado, informal y sereno, tranquilo y despiadado, hasta inconsciente y pesado de los hombres que circulan por el vecindario emanando aire cálido a pesar del estrepitoso frío del vigésimo invierno que me ha tocado vivir. Por qué será que por los domingos uno se formula una pergamino repleto de planteos existenciales, propiamente catárticos y hasta un poco frívolos tal vez, sabiendo muy bien que no se los plantearía un lunes.
El hombre es racional y por ende sabio. Conoce muy bien las consecuencias de hacerse preguntas complejas un lunes por la madrugada: cargaría pues, por el resto de la larguísima semana con la onerosa cuestión existencial, no dormiría el martes, ni el miércoles, ni el jueves y menos que menos el viernes... no descansaría exento de perturbaciones si no fuese por la consciencia que lo atañe con pecados y culpas que lo persiguen hasta en su lecho crematorio. Por eso ha de hacerse preguntas filosóficas, ha de divagar, y ha de aprovechar los domingos jugosos por la tarde para tender un puente con la Grecia Antigua, lugar al que se transporta y vuela con la imaginación con boleto de ida y vuelta en el mismo día.
El hombre llega allí con su apología escrita en un trozo de papel, un poco arrugado ya de tantos titubeos y dudas.
El hombre se levanta al otro día, satisfecho con la inverbe certeza que inaugura su infeliz semana:
nuestro hombre material ahora sabe que el hombre en general es un ser cobarde, lleno de mentalismos y estrategias que le inhiben su pulsión, sus deseos e instintos animales.
Nuestro hombre, y el hombre en general, es un represor experto.
El hombre es la policía de su propio ser.
Hierbas que flotan en la yugular, 
se pudren en agua sucia 
y nos bañamos en ese agua, 
en ese río, 
a su vez, 
de espaldas al río. 

Tomamos una bebida caliente, 

nos enfriamos recíprocamente a cada sorbo. 
Vivimos envueltos en supuestos
hasta congelarnos con el viento sur.

Esa capacidad inmensa 

de saber brindar soledad y compañía simultáneamente
es tan turbia 
como la imagen mesíanística de Dios. 

Tiene un tinte oscuro, 

siniestro 
y yo hago una ensalada
mientras vuelco lo que escrupulosamente pienso. 

martes, 18 de junio de 2013

Georges Duby







 "La maxima atención debe presentarse entonces a lo callado
...el peligro estaría aquí. en interpretar el silencio como una ausencia"

                                   

                                                                             Georges Duby

sábado, 15 de junio de 2013

Arte.

Hoy me pidieron que defina Arte y si creo que contribuyo a él, entonces de qué manera o desde qué lugar lo hago.
Me tomé unos segundos para contestar. No quise ser cómplice de un inconsistente parafraseo de inercia, por lo que no quise caer en la bajeza de definir siempre al Arte esquemática e irreflexivamente.
Bueno, hoy me pareció que era
 ya tiempo de, aunque no descartar lo clásico, reestructurarlo y darle un tinte un poco más moderno. 
Tiempo de desempolvar la estantería y reubicar los libros alterando el caduco criterio de organización.
En vez de cambiar las respuestas, es necesario reformular ahora nuevas preguntas


¿Entonces qué es el arte? 


Arte es todo producto de la actividad humana desinteresada egocéntricamente, pero no humanísticamente. Por el contrario, el Arte es ente creacional que emana espíritu desestabilizador, espíritu de revolución, ruptura, cambio. Arte es quiebre. El Arte despierta.
Es un aporte que parte de un Yo, de uno mismo, hacia el mundo y se proyecta hacia él. Un granito de arena que se deposita en el más vasto desierto artístico.
Es un concepto tan abarcativo que sería inconcebible encasillarlo en una pintura, una partitura musical o una escultura. El arte carece de circunscripción y no conoce tampoco de academias. Es imposible concebirlo como el cemento fresco que tapa un agujero.
Arte es amar sin rostro, amar el interior. Por eso, el acto mismo de amar es un arte.
No incluye en nuestra categoría de Arte todo aquello que sea efímeramente verdadero y en consecuencia, temporalmente falso. El arte es eterno, omnihistórico. El arte en general jamás puede ser contra-emanado, es decir, proscripto o retraído del mundo. Entra en él para quedarse. El arte nace de la subjetividad, de la gestación de un Ser
 único e irrepetible que encuentra su lugar en la cotidianidad. Una vez lanzado con la fuerza de un misil, las balas nunca pueden volver al interior de éste. Se instala firma en las conciencias y hace efecto dominó, contagiando al entero porvenir. El Arte es ejercicio, pues estimula aunque sea un mínimo mecanismo de sinapsis.
El arte es aspiración a lo específico, contribuye a las ideologías individuales (que son siempre colectivas) por las cuales nos representamos el mundo. Es fragmentario y parcial sólo en tanto el resto de los hombres viven bajo el predominio de la dimensión particular.
Dicho de otro modo, arte es todo aquello que contribuye a humanizar al mundo.
El arte es un poder transformador, es el único arma que construye.

martes, 4 de junio de 2013

¿Y qué vas a hacer...?

Los mares crecen y no es por el deshielo de los glaciares, ni todo lo que publican los diarios y las noticias sobre el calentamiento global. Eso no es más que una ficción, la realidad es que crecen porque las lágrimas de los miles de millones de habitantes lo acrecientan y llegan a él con flujo constante.
Hace frío y la utopía se congela.
Uno mismo se paraliza en el centro del Universo, sórdido y cruel que se disipa desde cualquier rincón de cualquier ciudad. 

Yo soy parte de esa multidad.
Todavía arrastro conmigo la tristeza de un ángel perdido, de un padre ausente y una madre abstraída

¿Acaso el saber es poder, y el poder es dinero? ¿Acaso en este siglo XXI los valores éticos y morales son reemplazos por aquellos económicos, adquisitivos y ostentosos?
Quizás sea por esta dicotomía que no me hallo en el presente, y que me remonto a la Historia y al pasado, al cual me arraigo con fortaleza, porque no soy de este tiempo. No comparto estos valores.
Vale más un mimo, una frase sincera, que la estética y la apariencia.

A lo mejor, vos tampoco sos tan fuerte como parecés,
a lo mejor tus flagelos aparecen en las penunmbras quejumbrosas de la noche y es ahí cuando debo interceptarte.
 

Nos une la sangre, nos unen los genes. Irremediablemente la suerte existe y el azar nos dio a la una con la otra.

Uno se cansa de correr.


lunes, 3 de junio de 2013

Lunes, otra vez.

Es más fácil enojarse con un nombre, con un rostro, con una persona antes que con una circunstancia.
Es más fácil ir por la vida señalando con el dedo y encontrando al responsable de todo lo que nos acontece.
Es muy difícil culpar a la vida en sí, a una circunstancia, o a un golpe de desgracia que no podemos conceptualizar racionalmente, al que no podemos tocar, ni ver. Sencillamente porque ninguno de ellos tiene ojos para mirarnos, boca para contestarnos ni un corazón al cual herir.

Sí... es más fácil. Siempre lo supe.
Por eso mismo reniego ante mi terquedad de saber muy bien la teoría y fracasar en la práctica, 

y blasfemo hacia los 4 puntos cardinales a esa maldita circunstancia, que se repite cíclica como un almanaque en el mes de junio. 
Esa circunstancia injusta que me dota de indiferencia al hablar, esa circunstancia que me quema profundamente hasta el punto de no saber cuál es el matafuegos propicio para mitigar el incendio. Es una especie de veneno que marchita a las flores de nuestra querencia. 
Un incendio que arde enfáticamente, en mis venas, en mi mente. Mente que se mueve, de aquí para allá, de arriba hacia abajo. Mente que realiza conjeturas, hipótesis derivadas, pero que no llega a dilucidar el por qué de ese núcleo central.
Tenía razón Popper cuando sostenía que sólo se llega a la verdad mediante ensayo y error.

Siempre supe que era propio de la teleología tejer este tipo de marañas, y como aún los olmos no entregan peras, hoy, y como siempre, se trata de una circunstancia amorosa.
Las noches en las que el sueño se resiste a aparecer, me pregunto con frecuencia si no debí haber sido Eros en la antigua vida greca, mitológica y fantástica, de dioses y coléricas hazañas.
Pero en las noches en las que sí duermo, despierto con la certeza de que toda mi vida puede trazarse como un gráfico estadístico. Lineal y curvo a la vez, con altas y bajas, pero en el que siempre se podrá disipar un patrón común que constituya una poco endeble anomalía que se empeña en no ser solucionada. 

Un enigma que persiste a través de los años. 
Y quien conóceme, sabe que todo este tiempo mantuve firme el paradigma y la política ética, a pesar de su ineficacia e inconsistencia. Juro y vuelvo a jurar, que éste paradigma fue mantenido con constancia y vehemencia. Porque si de algo no se me puede culpar es de la fornida lucha ejercida ante la incipiente revolución.
Revolución que ya está delante de mis narices y aunque se me acuse de versátil, irresoluta e inconsecuente, nada más puedo hacer yo para evitarla.