tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

viernes, 30 de mayo de 2014

El Bien, la bondad y lo bueno. El bien es la perfección. El hombre debe perseguir al bien en todas sus formas, debe ser consecuente en sus actos para ser bueno y alcanzar así la perfección.
Será que la perfección es más bien solitaria, y por eso, las personas buenas están solas.
Creo que lo perfecto genera reticencias, rechazos y tendencia a la lejanía.
Lo diáfano es más claramente perceptible que lo obscuro, simplemente porque no construye nada a su alrededor; y esa misma diafanía se confunde con tontería, niñez y torpeza.
Pero no, ser diáfano, ser transparente, es una virtud trastocada bajo la corrupción de la coerción moral, aunque la gente viva bajo los efectos del discurso moderno que se les internaliza a cada acto: el hombre es malo malo malo. Busca siempre la forma de maximizar sus beneficios, sólo persigue sus propios intereses. Pero si hay regla, tiene que haber una excepción y muchas veces, las excepciones son más recurrentes de lo que nos hacen creer.
No entiendo por qué hay tanta pureza atolondrada, caminando a trastabillazos por la vida, sin un compañero con el quien contar. No entiendo por qué lo efímero tiene preeminencia ante lo duradero, no logro entender la razón del miedo al pacto que genera la palabra, si siempre es posible de desarmar borrando con palabras lo que se escribió con palabras. Pero claro, estoy dando por sentado que en esta historia se llegó a escribir algo. Pero no, no es así.
No te quiero lastimar, vamos despacio.
No hables.
Abrazame

miércoles, 28 de mayo de 2014

Sacarse las piedritas del zapato, es tan reconfortante,
es como arrancar el pasto,
es como deshojar uno a uno los pétalos de una margarita.
Sacarse las piedritas del zapato, es tan liberador,
es como la primer gota de agua después de una larga caminata,
es como un baño después de un día caluroso.
Sacarse las piedritas del zapato, es tan renovador,
es como irse a vivir a la montaña,
es como un abrazo después del llanto.
Sacarse las piedras del zapato
es como
empezar de nuevo.

Dando vueltas como un trompo.

Avizoro la luz que se desplaza mecánicamente como el viento en popa, pero la proa precipita la marea y ciega al marinero que pierde el control del timón en su último trago de whisky. Petrificado, atolondrado, enamorado, enceguecido del mar, de la sal de cada una de las olas, no se arrepiente de su desvío.
La tropa fue instruida con la máxima suprema que dice que no podemos movernos sin hacer uso de las piernas, y no se puede cambiar sin desplazarse hacia otras tierras. Cada uno de los marines sabe que el trabajo agrícola no les deja alcanzar el cielo. Se pierde el gesto en la neblina, el marinero termina naufragando en otro rio, y se pierde la voz en las cartas que el cartero extravía.
Vuelve la imagen del capitán, reiteradamente, en las penumbras de su mente la ve bailar y piensa que es un destello de sensualidad que se expresa en su aspecto aniñado. No importa esperar sentado o parado, el viento va a traer al deseo, y consumandolo como un hecho pecaminoso, se dice que no importa cómo ni cuando, la espera es un eco que regresa siempre con mayor fuerza que con la que se emitió. La llegada del marinero hará que el invierno se desvanezca en una sola lluvia, hará que vuelva la primavera, que el aroma del jazmín se imponga monárquico, desplazando a cada una de las flores habidas y por haber, con la sensación de que el tiempo fue solo un hueco en el asfalto.
Es excitante la sencillez que radica en la cotidianidad de la indiferencia, en el éxtasis del límite de la orilla y la profundidad. Es decoroso morirse por la caricia más temible de una mano y un tacto del que se desconoce la forma.
El marinero estará por siempre adentro de aquel remolino en carmesí, dando vueltas como un trompo.

martes, 20 de mayo de 2014

Te quiero fuera de mis planes.
Así, con tu poca vida a cuestas, te quiero fuera de mi.
Cuando sonreís y debajo de todo eso hay preguntas y silencios que te desbordan,
cuando me hablas pero tus ojos apuntan a otro lado,
cuando miras sin ver,
te quiero lejos.
Cuando te escondes bajo esa máscara que poco tiene de libertad,
te quiero fuera de mi.
Fuera,
para que no me arruines,
para que no me malgastes,
para que no me retengas con tus miedos,
que pocas ganas me dan de acompañar.
Te quiero fuera de mi cuando estás fuera de ti,
te quiero fuera de acá, todo el tiempo.
Por favor,
que alguien le avise a mi cabeza.

lunes, 19 de mayo de 2014

Un ruido lo anuló todo bajo el aplauso risueño de las 3 de la mañana. El ojo escuchaba lo que el oído miraba desde el ventanal magenta que se antepone a la avenida. Pispeando tímidamente uno todavía puede ver una alfombra de adoquines por sobre el cemento moderno que atesta las autopistas que se colapsan como un burócrata de papeleo. Con indiferencia; si se puede dormir es porque todavía es domingo. Y si es domingo es porque no está permitido ver las agujas ir a contrasentido, como un alucinógeno, acurrucado entre las páginas de una poesía. Porque volvieron los libros de invierno, los mates hasta bien entrada la noche y las tostadas calientes. El azúcar por encima de lo permitido y los abrazos por abajo de las necesidades calóricas. Igual que los colores al abrigo de la lana, que parece un colador ante el viento bruto de junio, me fascina la multiplicidad de matices que se entrecruzan entre tanto guante perdido y tanta bufanda gastada. Mucho mucho mucho. Caigo como la estalactita o como una galletita desmigajada adentro del infinito té.  Té con miel o sólo té, quiero un poco aunque con un tinte amargo que busca transferencias diabéticas. Del espesor se puede regresar al etéreo obstáculo de la inanición de un solo paso.
De un santiamén.

jueves, 15 de mayo de 2014

Tristeza

Cuando me siento triste me gusta que llueva,
me gusta escuchar el piano,
me gusta tomar de a sorbos largos el mate,
me gusta fumar más lento y tragarme el humo en silencio.
Cuando estoy triste me gusta bañarme despacio,
salir en toallón,
subir la escalera con movimientos meláncolicos,
teñir de oscuridad a cada instancia de mi vida.
Estar triste tiene un cierto sabor dulzón que no puedo explicar.
Quizás me vuelva un termo hermético que desaparece del mundo para luego destaparse y resurgir con mayor vigorosidad, como el agua hirviendo que toma un mayor impulso.
Ahora que lo pienso, hace mucho que no estaba triste, o, en realidad, no es que no estuviera triste sino que este tristeza es diferente.
La siento distinta a las demás,
pero también, de alguna manera,
tengo la sensación de que es una repetición variada
de otra tristeza que ya superé.

http://www.youtube.com/watch?v=tebcuDThr_o

miércoles, 14 de mayo de 2014

Monstruoso.

Irse. Como el eco escurridizo entre las montañas, escaparse de nadie como el agua que avasalla los márgenes de un río. El indómito río es caudaloso y la natura ignomiosa se vuelve sátira con sus pasiones irracionales. El río, como el viento desde la montaña, arrastra en su vorágine, corrompe siempre hacia adelante y nunca hacia atrás.
Es por eso que detesto lo indomable, lo complejo, lo indescifrable. El hecho de ir en una dirección y no saber por qué.
Se buscan las causas para explicar las consecuencias, y se quieren explicar las consecuencias cuando se sufren como la transgresión a la regla, como la dualidad de la ambigüedad que confunde y a la vez seduce. Esa línea infinitesimal, ese limbo permanente entre el ser y el deber ser.
El desafío se vuelve misterio y la seducción un arma que se clava en su revés en el propio cuerpo haciéndolo sangrar de suspiros que se pierden como el aire de un globo pinchado.
Es como la mancha en la servilleta que absorbe irremediablemente la tinta que se volcó de un descuido y sin pedirnos permiso, así como la servilleta, un corazón también queda perplejamente inutilizable y es mejor tirarlo a la basura antes que reciclarlo.
Lo que supera al hombre se vuelve su enemigo para un tonto y su aliado para un estratega. Es cuestión de saber mover las fichas del tablero para impugnar la táctica del adversario de un sólo movimiento. No es cuestión de cambiar el lente, si no de moverse y cambiar de perspectiva. No basta con un lenguaje interno si no hay concordancia con el lenguaje externo. No importa caerse si no hay piso que nos ataje.
A y B no sirven a la ecuación si no sabemos sus valores.
Y cuando no se sabe, es mejor seguir con otra cosa. Como una computadora que se queda boba, el mejor remedio es formatear la memoria y borrar las huellas digitales de la monstruosa sombra a la que nunca le vi la cara.

lunes, 12 de mayo de 2014

Un cadáver exquisito que se escribe solo,
como su paso por esta vida,
como un monólogo que reitera frases casi sabidas de memoria.
Lo empiezo escribiendo sola,
y le paso la pluma para que la moje en el tintero
para que me ayude a escribir esta historia.
Pero siempre termino divagando sola sobre el papel.
Una y otra vez, tropiezo para después caer
sobre la abrumadora cantidad de palabras
que no dicen más que la definición de un diccionario.
Y luego,
cuando releo el parágrafo que armé,
 no me sorprendo de que sin sus ideas
el texto no tiene inicio lógico ni final esperado.
Es como un escrito inútil y estúpido sobre la condición humana
que no es otra cosa que dar vueltas sobre un mismo eje.
Un escrito no resolutivo y por ende, otra porquería de la civilidad.
Pero tal vez, aunque no estén puestas en palabras,
 las cosas, o más bien, los acontecimientos,
se suceden uno a uno de manera azarosa y aleatoria.
Un hecho no se deduce de sus antecedentes;
y sin conexión,
su vida es delegada,
como las riendas del caballo, al destino.
Al destino que no es otra cosa que un juego,
aunque el juego no carece de reglas como su accionar.
Muchas veces quisiera saber si su andar responde a un fin teleológico
 o si es una forma que simplemente va cambiando su contenido con el paso del tiempo.
Nunca le gustó andar a caballo ni mucho menos ser domesticado,
y a mi nunca me gustó demasiado pasear con los ojos cerrados.

sábado, 10 de mayo de 2014

Cadáver exquisito

Pollera que se levanta con el viento
¿a dónde me llevará la brisa de esta noche?
Ay vida volá! 
que yo te entrego a la tierra
 Ay vida soñá! 
con la selva de lo mágico

Y uno trata de armarse de paciencia       
y esperar… y poder amar, volar 
e imaginar,
para finalmente poder sencillo dar,
luz a tu cuerpo,
a tu vida
a un lugar mejor, 
en el cual yo pueda
escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo

Sin embargo me hace tanto bien y me hace tanto mal

jueves, 8 de mayo de 2014

Procesar, eso es aprender.

El arte de poesía que se viste para embellecer lo sensible, se catectiza cuando comprendemos la realidad desde sus dos ódenes simultáneos, por dentro y por fuera de ella. Así como estamos y no estamos con la persona que queremos a través de la distancia.
Eso es ver con claridad: ver desde el mundo con los ojos de un loco alien que vive en un planeta lejano, por fuera de él.
La lógica, la gramática y la lingüística son el producto de un científico que comprendió que el sentido del cosmos es perfectamente axiomatizable.
Metafóricamente, ver con claridad, entonces, es descubrir los acordes de una canción sin buscarlos en internet.
La dinámica de un hecho social nos mueve, como dije, por dentro y por fuera del mismo.
Somos parte de ese Estado, pero somos individuos. El Estado es sólo una congregación de costumbres funcionales al mantenimiento del orden patriótico que define la disputa por el poder. Cohesión y solidaridad mecánica, inconsciente como la regla y no la norma.
El hombre no es malo por naturaleza, el hombre simplemente Es.
Lo malo no es malo en esencia, sino que depende del uso y del fin con el que se emplee, aunque aquel sea el método más extraordinario que, digámoslo de una vez, no lo es sino por estar peyorativamente valorado socialmente.
Toda idea empieza siendo una hermosa posibilidad, 
y luego, bueno, 
cuando envejece es usada para la tiranía, para la opresión.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Fugitivo y fugaz, para quien juega al zorro y a la liebre.
A la luz y a la oscuridad
su medida justa
y su altura inexacta
de la que cuando sale el sol se hace sombra
de la que cuando hay sombra pide sol.
Su voz infinita
que se escapa entre las paredes
que todavía me esperan atravesar.

martes, 6 de mayo de 2014

Segunda Carta Conyugal - Antonin Artaud

Necesito a mi lado una mujer sencilla y equilibrada,
y cuya alma agitada y oscura no alimentara continuamente
mi desesperación. Los últimos tiempos te veía siempre
con un sentimiento de temor e incomodidad.
Sé muy bien que tus inquietudes por mí son a causa de tu amor,
pero es tu alma enferma y malformada como la mía la que exaspera
esas inquietudes y te corrompe la sangre.
No quiero seguir viviendo contigo bajo el miedo.

Agregaré que además necesito unas mujer que sea mía exclusivamente,
y que pueda encontrar en todo momento en mi casa.
Estoy aturdido de soledad. Por la noche no puedo regresar
a un cuarto solo sin tener a mi alcance ninguna de las comodidades
de la vida. Me hace falta un hogar y lo necesito enseguida,
y una mujer que se ocupe de mí permanentemente, incapaz como soy
de ocuparme de nada, que se ocupe de mí hasta de los más insignificante.
Una artista como tú tiene su vida y no puede hacer otra cosa.
Todo lo que te digo es de una mezquindad atroz, pero es así.
No es preciso siquiera que esa mujer sea hermosa, tampoco quiero
que tenga una excesiva inteligencia, y menos aún que piense demasiado.
Con que se apegue a mí es suficiente.

Pienso que sabrás reconocer la enorme franqueza con que te hablo y sabrás
darme la siguiente prueba de tu inteligencia:
comprender muy bien que todo lo que te digo no rebaja en nada
la profunda ternura, y el indecible sentimiento de amor que te tengo
y seguiré teniendo inalienablemente por ti, pero ese sentimiento no guarda
ninguna relación con el devenir corriente de la vida.
La vida es para vivirse.
Son demasiadas las cosas que me unen a ti para que te pide que lo nuestro
se rompa; sólo te pido que cambiemos nuestras relaciones,
que cada uno se construya una vida diferente, pero que no nos desunirá más

lunes, 5 de mayo de 2014

Desde tiempos inmemorables
mi consecuencia se recompone débilmente ante tus heterodoxos valores morales,
y la certeza de tu alter Ego se desarma ante la doxa,
que solo ve en vos la excepción a la regla.
Pero el principio de reversibilidad es válido también para mi
y como un boomerang te digo que no sos vos,
soy yo.
Te digo que esta noche se termina todo
o, mejor aun,
te digo que esta noche empieza todo
Esta noche me voy,
esta noche vengo.
Una vez más y como siempre
esta noche, me anclo en tu memoria
y me voy de tu cuerpo.
De lunes a viernes se levanta a la mañana
y se mira en el espejo
para arreglarse la barba
y su halo intelectualoide.
Con paciencia y hasta con dedicación
pone gel detrás de sus orejas
para que no se le caiga un pelo de austeridad.
De sábado a domingo imagino esa reiterativa escena
que fragua mi capacidad de autogestión
ante su promiscuidad sexual y su fragilidad amorosa.
Me perturban ciertas certezas,
y por eso estoy segura de que la noche lo envilece,
porque tiene sueño y está de mal humor
Pero todavía es de día
y sin embargo
mi autodeterminación se corrompe prematura,
y se obnubila mi representación de lo ideal
haciéndose pasar por real.

domingo, 4 de mayo de 2014

Recrudecimiento
antagonía
contradicción
miedo
vacío
novedad
miedo
prejuicio
disrupción
abrazo
cálido
amor
invierno
encontrarse
perderse
tristeza
incertidumbre
miedo
silencio.

jueves, 1 de mayo de 2014

Es como si me mirara desde arriba,
es como si estuviese ahí afuera señalándome con el dedito.
Es como si fuese un represor. Uno hombre desequilibrado que ha perdido el justo medio y la justa naranja. Justa porque era una mezcla de dos formas malas. Porque 3+3 es siempre 6, eso es lo que me fascina de un hombre: su inmutabilidad. Su capacidad de permanecer siempre intacto, como un calco antiguo.
Aunque siempre caigo víctima de esa sensación, después de un momento, me miro desde abajo.
Y cambia mi perspectiva.
Es como si diera vuelta el reloj de arena,
como si mirara al triángulo desde la hipotenusa.
Al derecho,
o al revés.
Porque no olvidemos que todo es relativo
y que depende de ángulo desde el que se lo mire.