Besarle los pies a la infamia,
salpicar cromo en balas de prosa
invirtiendo usos, descabellando realidad.
El juego es con las palabras o las palabras me juegan a mi?
creando oraciones de éter, enriendos gramaticales
peleas sintagmáticas y conciliaciones dialécticas.
Un blog, mi blog. El punto en el que, principalmente, descargo mi catarsis del mundo globalizado, ese que nunca para.. Por eso, cuando entro acá, encuentro la manera de desconectarme y que mi mente divague con o sin razón. Alguna vez te debe haber pasado. Bienvenido a este mundo de locuras peligrosas.
tinta y pluma pa volar

sábado, 30 de abril de 2016
sábado, 23 de abril de 2016
Conté historias como granos de arroz y las subí como escaleras hasta enmarañarme en forma de lana. Pateé historias como pelotas y luego las fui a buscarlas para desenredarlas como a mi pelo en las mañanas húmedas.
Me balancée meses sobre un hilo fino y jugué con él, con la inocencia del perdón, con la culpa de un cristiano. Bailándole a la confusión, me estampó un beso contra la pared para cachetearme de amor, como una flor repentina, salió del barro para darle otra vuelta al mundo, mi mundo, ese que se descomponía en cada gota de lluvia, en cada sueño prematuro. La voz dulce y el abrazo cálido que dotan de simpleza la estúpida complejidad de que uno y uno sean tres.
Me balancée meses sobre un hilo fino y jugué con él, con la inocencia del perdón, con la culpa de un cristiano. Bailándole a la confusión, me estampó un beso contra la pared para cachetearme de amor, como una flor repentina, salió del barro para darle otra vuelta al mundo, mi mundo, ese que se descomponía en cada gota de lluvia, en cada sueño prematuro. La voz dulce y el abrazo cálido que dotan de simpleza la estúpida complejidad de que uno y uno sean tres.
domingo, 17 de abril de 2016
Correr tras la nada
como el viento que empuja al viento y
el mar que se revuelve en el mar,
intentar cerrar pero siempre queda un punto por unir, flotando sin línea
buscando otros puntos para acoplarse
para ser más que uno. Verse y no sentirse, sentirse y no verse.
Hablarse con una capa de honestidad que se vuela en la esquina
y cuando dobla la esquina queda desnudo.
Redención.
como el viento que empuja al viento y
el mar que se revuelve en el mar,
intentar cerrar pero siempre queda un punto por unir, flotando sin línea
buscando otros puntos para acoplarse
para ser más que uno. Verse y no sentirse, sentirse y no verse.
Hablarse con una capa de honestidad que se vuela en la esquina
y cuando dobla la esquina queda desnudo.
Redención.
En la voz está la fuerza,
tras los párpados cerrados la firmeza
de dotar de melodía una palabra,
de crear vida a través de ella,
de dispararla hacia un centro diáfano que no tiene fin.
Nunca pisa fondo, y si cae se sublima
si se esfuma se vuelve tangible en otro espacio
cambia el disfraz y sigue siendo profunda
se viste de rojo, se viste de seda, labios carmín
amor para dar. Palabra que callar, otro tanto por gesticular.
tras los párpados cerrados la firmeza
de dotar de melodía una palabra,
de crear vida a través de ella,
de dispararla hacia un centro diáfano que no tiene fin.
Nunca pisa fondo, y si cae se sublima
si se esfuma se vuelve tangible en otro espacio
cambia el disfraz y sigue siendo profunda
se viste de rojo, se viste de seda, labios carmín
amor para dar. Palabra que callar, otro tanto por gesticular.
lunes, 4 de abril de 2016
domingo, 3 de abril de 2016
Quien re-interpreta un acto que no es el propio, intenta volverse uno en el cuerpo del otro. Escabullirse del encéfalo de uno es una ardua misión que requiere una sanidad mental que no es para cualquiera. Por eso, con el tiempo el que se la pasa entrometido en pensamientos ajenos, acaba extrañándose, acaba perdiéndose, acaba olvidándose. Y si uno no se busca, nadie va a venir a buscarlo a uno.
Hay quien intenta adueñarse de una estructura que no es la suya, de parámetros y concepciones expropiadas y que fracasan limpiamente en el intento. Pero entonces el laberinto de lo ajeno todo lo abarca, el laberinto se convierte en una ola gigantesca que ahoga y satura el cerebro. El aire falta y retumba, encerrado, viciado, buscando un poro por donde fugarse.
Hay quien intenta adueñarse de una estructura que no es la suya, de parámetros y concepciones expropiadas y que fracasan limpiamente en el intento. Pero entonces el laberinto de lo ajeno todo lo abarca, el laberinto se convierte en una ola gigantesca que ahoga y satura el cerebro. El aire falta y retumba, encerrado, viciado, buscando un poro por donde fugarse.
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