En la voz está la fuerza,
tras los párpados cerrados la firmeza
de dotar de melodía una palabra,
de crear vida a través de ella,
de dispararla hacia un centro diáfano que no tiene fin.
Nunca pisa fondo, y si cae se sublima
si se esfuma se vuelve tangible en otro espacio
cambia el disfraz y sigue siendo profunda
se viste de rojo, se viste de seda, labios carmín
amor para dar. Palabra que callar, otro tanto por gesticular.
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