tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

lunes, 3 de marzo de 2014

Aquí y allá

Porque el amor es la causa en Occidente y el resultado en Oriente.

Aquí y allá.

Porque aquí, en Occidente, el amor es libre, fluye, llega y se va autónomo, está exento de estatutos y reglamentos, cada uno lo vive como quiere. El amor no es una aquí una construcción nos dicen desde chiquitos, es algo que simplemente nos invade y casi siempre de sorpresa.
Nos inculcan la idea que cada uno es un ser soberano, que experimenta sin presiones exteriores hasta los sentimientos más triviales y comunes al resto de la humanidad. Nos repiten hasta el cansancio que somos individuos, que somos independientes.

Por el contrario ellos, los de allá, los que están al otro lado del Atlántico, son los que forjan vínculos patriarcales que vemos como repugnantes, aberrantes: impropios de la era posmoderna y liberal que nos tocó vivir.
Valores trastocados, sentidos invertidos que se encausan en la maraña alienada que nos gobierna los espíritus. Y yo me pregunto si es sólo un hecho cultural.
Pero los equivocados somos nosotros, los de aquí. Los que Buscamos al amor, los que no concebimos nuestra vida sin un otro. Desde el momento en que Buscamos algo, ese algo deja de ser "fluido"
Y eso que todos sentimos distinto y al que llamamos con las mismas dos sílabas: a-mor, no puede ser algo que sea realmente igual para todos. Una suerte de comunión fraternal en un tiempo de individualismo y desintegración social? No lo creo.
Por eso, aquí, la Comisión de Intentos Fallidos y Reproches Delegables, en el terreno pantanoso del amor, está llena de denuncias y casos inconclusos, de historias y penurias, de lágrimas de cocodrilo y de bronca podrida.
Porque en occidente, los reyes de las ciencias duras nos demuestran con excéntricas e incomprobables estadísticas y números, que las expectativas son altas al principio de la relación y que esas mismas expectativas decrecen paulatinamente con el correr del tiempo, así como una nube se va desintegrando con la lluvia. Una ilusión que se quema, de la que cada vez quedan menos cenizas hasta que el viento se las lleva todas, una por una.
Porque en oriente las expectativas van en sentido contrario, aumentan a medida que transcurre el tiempo. 
¿Será que nosotros somos los que vamos a contramano?
Porque, allá, del otro lado del mundo, creen en el amor a través de los años, como Fito, como yo, como todos los que estamos de este lado y que no sabemos cómo corno llegar hasta la otra orilla .

No hay comentarios:

Publicar un comentario