De pronto, se escuchó un pequeño golpeteo en un vidrio. El doctor Jung corrió la cortina y abrió la ventana. De manera inesperada, saltó al interior de la oficina un escarabajo de color verde y dorado. Jung, le mostró a la paciente su escarabajo, el que ella había visto en el sueño. La experiencia, destrozó su racionalismo excesivo. El efecto fue liberador, se había materializado tanto un sueño como un símbolo. La sincronicidad o coincidencia entre el mundo interno y el mundo externo, le permitió a Jung asomarse a una zona que está más allá de lo límites de la imaginación.
Un blog, mi blog. El punto en el que, principalmente, descargo mi catarsis del mundo globalizado, ese que nunca para.. Por eso, cuando entro acá, encuentro la manera de desconectarme y que mi mente divague con o sin razón. Alguna vez te debe haber pasado. Bienvenido a este mundo de locuras peligrosas.
tinta y pluma pa volar
domingo, 26 de febrero de 2012
La ciencia y el arte.
Durante el tratamiento con una paciente, el psicólogo Carl Gustav Jung, gran estudioso de los símbolos que habitaban el inconsciente, llegó a un punto muerto: no había avance, ya que la mujer lo interpretaba todo con un enfoque demasiado racional. Por eso, le interesó especialmente una sesión en que ella le relató un sueño extraño en el que aparecía un escarabajo dorado. Jung tomó nota. Sabía que esos escarabajos eran considerados en la antigua cultura egipcia como símbolos del renacimiento.
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