tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

miércoles, 4 de enero de 2012

Tengo ganas de irme.
Al mar, a la playa. A la nada conocida y al todo desconocido, a caminar y a dejar mis huellas de gigante. A cualquier lado, pero no quiero estar acá, o sí quiero, pero de una forma menos compleja. Me quiero ir para descansar de la gente, pero también de mí misma. Parece que las vacaciones no sólo fueron creadas para descansar del trabajo, los estudios y ese tipo de obligaciones, si no para darle un respiro a nuestra mente, que en ocasiones opera más de lo normal o de lo que nos gustaría.
 Pero a su vez tengo la sensación de que yéndome, me pierdo de algo importante. Y también siento que irse de alguna forma es escapar. Que al irme no estoy siendo lo suficientemente madura si creo que así todo va a estar mágicamente solucionado. Y desde algún rincón, siempre escapar lleva algo de huir ¿Y huir no es acaso el verbo estrangulado de la cobardía? Pero después pensé mejor que huir también significa  ir a buscarse. Y que todo depende desde donde se lo mire, y justamente eso es lo que necesito: no otra mirada ni otros ojos, otra perspectiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario