Mi complemento. Juntos podemos abrir cualquier puerta, vos sos mi llave y yo soy tu cerradura. Me gusta tanto tu coqueteo, tu histeria que a veces me hace odiarte. Me gusta lo incómodos que nos ponemos el uno con el otro. Me fascinan todas esas excusas para hablarnos. Mi talón de Aquiles. Volviste y estoy perpleja, en realidad nunca te fuiste.. pero ahora, ahora venís y me tocás, me mirás, me sonreís y yo ¿yo? no me debo ilusionar, no me tengo que ilusionar, me repito.. pero es imposible. Te esperé tantos años y esta chispa es capaz de encender en mí un fuego arrasador. Ya está, no me importan todas las idas y vueltas que pasé esperándote, soy capaz de olvidarme de todo con tal de que seamos. Me gustás tanto, pero tanto. Me vuelvo loca, pierdo la cabeza y todo vuelve a empezar. Me paraliza dar el siguiente paso, probar y arriesgar por miedo a perder, otra vez. No sé ni siquiera si quiero hacerlo yo, porque quiero que lo hagas vos. Entonces espero. Cumplime el sueño, te lo pido, dale, estoy acá, muy cerca tuyo, no perdamos más el tiempo.