tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

sábado, 6 de febrero de 2016

La palabra fuerza, condiciona y anticipa el acto involuntario de comunicar expresamente aquello que pareciera estar oculto. Hay algo que se esconde adentro, en el pecho dicen, de cada ser humano. Se esconde queriendo ser visible, gritando estoy acá, perforando el pulmón y haciendo que por ese intersticio se escabulla el aire, aniquilando suavemente, logrando que uno pierda la capacidad de respirar. La palabra entonces se agrieta y representa mal aquello que reside en el centro de uno mismo. Llegará el otoño, luego el invierno, y la duda de la penumbra, como obnubilada por un velo, permitirá florecer en el pecho fértil, en el corazón húmedo, en la madera mojada del ser. El idioma que habla el alma tarda siempre un poco más en ser descifrado, y cuando uno cree que así lo logra, llega una nueva interpretación que hecha por tierra a la anterior.

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