tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

viernes, 7 de noviembre de 2014

Un auto y un carril.
Y cinco minutos después, el mismo auto atravesando el mismo carril. Otra vez.
Pero ni un hombre se zambulle en el mismo río dos veces, ni un auto vuelve por el mismo carril. Al menos no de la misma forma.
La situación es la misma, la circunstancia no.
Lo que regresa no vuelve del mismo modo. Si vuelve, lo hace siempre diferente.
Original y perturbador el regreso.
Igual a sí mismo y, a su vez, tan desemejante, tan no-él.
Tan inflado de expectativa, tan gordo que no cabe en la realidad.
Y en el hueco del tiempo, una película en la que no transcurre nada, o en la que transcurre todo. Descifrar para comprender qué es el cotidiano, qué es eso que une a todos los hombres y los hace parte de una misma especie. Lo que anula las particularidades, lo que homogeneiza, eso es la angustia: el factor común. La vida misma.

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