tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

sábado, 1 de noviembre de 2014

Al café le falta la leche,
a la galletita el dulce,
a la literatura le faltan mis días,
al peso los cinco.

Días que son tránsito puro,
días que sobran pensamientos
días a los que les falta la paz.
Noches que son puertas entreabiertas
que no animan a cerrarse
ni a desprenderse del cielo,
como cometas a medio remontar.

El medio.
Y después
el miedo,
seguido de un silencio primordial.

Y los caminos a medio surcar por caminantes que dubitan seguir andandolo
se bifurcan en lo pantanoso del abismo,
en el vacío que se llena de cigarrillos que se consumen intermitentemente.

Mientras tanto, desperdigar entusiasmo
como si fuera una cucharada de azúcar que se disuelve paulatinamente.
Creyendo que la juventud es eterna
desperdigando, otra vez,
muchas cucharadas de entusiasmo.

Tal vez solo se trate de eso, de la falta, de llenar lugares vacíos.
Tal vez se trate más del como que del por qué.

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