Palabras profanas
pendulan sobre un nosotros.
Actos herejes
se quedan así,
flotando en el tintero.
Voy y vengo
entre lo eléctrico del movimiento
y lo sincrético del silencio.
Besos amarillos
se tiñen de negro
al desteñirse de tiempo.
Obscenidad triangular
subyuga la posesión de la tenencia
y la libertad del aprisionamiento.
El octogésimo aniversario del adiós
y la pervivencia aun persevera
por aquello que encontré en la lucha
y por aquello que perdí en tus ojos.
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