tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

martes, 26 de noviembre de 2013

Si la libertad ha sido la bandera de los pueblos que buscaban deshacerse de las opresiones que ejercían sobre ellos entidades que se autoproclamaban como superiores, ¿por qué nos encontramos rehuyéndola cada vez más masivamente? La civilización posmoderna se esconde detrás de las sumisiones a líderes y personalidades autoritarias que se enorgullecen de quitarnos la conquista más preciada por la que numerosas generaciones han peleado: la libertad. Hoy la tenemos. Hoy, siglo XXI, somos libres. Y también, hoy, tratamos de deshacernos de ella porque le tememos a nuestros actos no convencionales. Buscamos amparo en la masa para sentirnos menos solos y reconfortarnos en una tonta comunión. Delegamos nuestras decisiones y elecciones en Otros. No queremos saber nada con eso de hacernos cargo de nuestros actos. El existencialismo sartreano se corta las venas y se ahoga en lágrimas ante la falta de ideales que caracteriza el período que nos ha tocado a vivir. Las grandes guerras han dejado secuelas somáticas en nuestras personalidades. Nos escondemos y en el automaticismo no le damos sentido a esta vida que no tiene sentido per se. No queremos entender que la libertad no es nunca un estado de completud. Por el contrario, la libertad, lejos de ser una condición absoluta, es una condición potencial que nos permite ir en busca de un anhelo más ancho, más abarcativo y amplio. Libertad implica carecer de algo y por esa misma carencia es por la que se lucha. Si se lucha, hay libertad aunque más no sea un creación individual. Libertad es ser capaz de elegir lo que uno quiere, aun si esa elección va en contra de los otros. Libertad implica "perder" para ganar: sacrificar algo. Libertad es estar dispuesto a recibir la coacción que conlleva la ruptura de las convenciones. Yo soy libre, libre para amar de otras formas que no son las convencionales. Nada en mi biología me impide actuar de otra forma. Soy libre para hablar de formas no convencionales. Sólo si estoy dispuesto a soportar las consecuencias de mis actitudes, entonces, sólo entonces, seré Libre, Libre con mayúscula.
Contra qué luchamos hoy? Contra el sistema? De qué manera? Acoplándonos en mayor o menor medida a él? No me vengan con esa mentira de que al sistema se lo lucha desde adentro, porque al sistema se lo combate desde afuera. Si estamos adentro, cooperamos en su reproducción. Si estamos afuera, cooperamos en la producción de algo alternativo. Cómo se manifiesta esa Libertad actual en la multitud? Con los fanatismos hacia líderes políticos que poco se interesan por el bienestar de las mayorías? Nuestra ceguera es cada vez más negra y el mundo cada vez más deplorable. La consciencia ya ni se disipa en una era tecnológica. Dentro de un tiempo pensarán por nosotros los robots. Ya nada es natural, ya la natura ha sido devastadada por el hombre y su cultura. Hasta la luna hemos ensuciado con nuestros pies! Ni al planeta Marte dejamos tranquilo en nuestro afán por el descubrimiento y la expansión de nuestro raciocinio. Basta. Esto no puede seguir así. La caída es inminente. No olvidemos que los grandes cambios y las revoluciones que han marcado formas que llegan hasta nuestros días, han tenido siempre como protagonistas de dichas hazañas a locos libres.

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