Que fluya, como el agua cuando está la canilla abierta.
Que se caigan las superestructuras y que quede sólo la estructura.
Que se pudran el tiempo, los horarios y las obligaciones.
¡Muerte al complejo de ansiedad! ¡Muerte a las agujas del reloj!
Que viva la improvisación, la sonrisa, la lluvia y el sol.
Que existan los viajes, los besos y los paseos australes y boreales.
Que los tesoros sean las bibliotecas y las monedas de chocolate.
A desestructurar,
a des-
es-
truc-
tu-
rar.
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