tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

domingo, 12 de mayo de 2013

Todo comenzó algún tiempo atrás.

Mitad consciente, mitad dormida.
El terremoto no sabe de estados. No reconoce de construcciones intelectuales y las causas mítico mágicas, son más bien modelos heterónomos de nuestros pensamientos (y yo te atribuyo cada uno de ellos)
Nuestro encuentro, sin duda iba más allá de la coacción producida entre hombres de la misma especie.
Podría resumir que él estaba ahí para mí, desde antes del sábado.
Desde siempre, él estaba ahí.
Más bien, diría que  nunca me había abandonado, a pesar del curso de los años.

El amor no existe, pensé. Y tus besos son manifestaciones físicas no espirituales de tu inmadurez.
Y te odio porque si veote vuelvome vulnerable como un anciano sin su bastón, y cada vez que cruzo la calle para encontrarte al otro lado, el piso tiembla, las baldosas se resquebrajan, el cielo blasfema y el corazón se me vuelve taquicárdico.
Sos el símbolo de mi patología amorosa.
Sos el desastre más simétrico y perfecto.
Sos un punto en una línea cualquiera,

pero tambien el lugar de convergencia donde tu punto y mi punto, se conjugan formando un pretérito carente de futuro.
Y estamos condenados a ello, y jamás podré yo desprenderme de esa línea que me lleva con fuerza desmedida hacia los confines del abismo más subrepticio.

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