tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

jueves, 31 de mayo de 2012

La N de mi brújula.

Me hago un poco más inmortal, pero a la vez también un poco más humana con cada beso tuyo.
Cada hora que pasamos juntos, abre sus alas para volarsenos del reloj. Y cuando se nos hace añeja, la extrañamos y nos lamentamos porque si estamos solos los minutos y los segundos se estancan en la eternidad.
Nos prestamos caricias y asumimos recíprocos intereses dotados de amor.
Cualquier imagen a tu lado es digna de memorar. Un dique y el reflejo de la luna, que le dan luz a nuestras caras; las mismas caras que se ensañan en mantener sus miradas eclípticas; las mismas caras que tienen una boca capaz de construir palabras inútiles que sobran si tengo tu tacto sobre mí. Siento nacer el deseo, cómo crece en mis adentros, 
manifestándose hacia el afuera con mis manos que te agarran del cuello y exploran cada partecita de tu cuerpo. Te hago espirales en las orejas, cosquillas en la espalda y te pellizco la cadera; y ahí es cuando te miro y me río perspicaz, con esa sonrisa inocente que tanto te gusta.. Y después me pongo seria y pienso en que esos injustos centímetros que me robás alcanzan para que me deleite como una reina en estado de éxtasis con la imponencia de tu perfume.
Vamos lento, suave, despacio.. Mientras tanto el sol y las nubes comparten en el cielo sus exóticos paisajes. Un poco de amarillo, una pizca de rosa y mucho celeste para esa tarde en la que descubrí la paz que me das, lo distintos que somos en la intimidad y que detrás de cada hielo se esconde un fuego listo para incendiar corazones. 

¿Son los síntomas del cólera, los mismos que del amor?

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