tinta y pluma pa volar

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lunes, 26 de diciembre de 2011

Paseos de nada.


La rueda gira y pedalear es la ley primordial de la bicicleta que me lleva de paseo por escandalosos adoquines y calles sin salida. Yo esquivo los caminos repletos de automóviles y evito también los semáforos rojos que no me simpatizan porque me obligan a frenar, los amarillos que me asustan y me encomiendan a la voluntad del azar y los verdes por lejos son los que mejor me caen. Esos paseos veraniegos en donde la gente está de buen humor sólo porque sí, se saludan entre ellos con sonrisas pinceladas por el sol. Me doy vuelta sujetándome confiada, casi con los ojos cerrados, y constato que todo esté en orden. Luego respiro hondo, miro el cielo que desde mi casa no se ve tan claro, y veo las nubes más blancas que el algodón. Entonces me pregunto si el cielo es como yo lo veo en todas partes, me asombro por su inmensidad y canto mentalmente canciones sin letra. Cuando no quiero pensar en nada, lo logro con estas rutinas de ejercicio. Mágicamente borro toda idea de mi cerebro y disfruto del andar que dibujo en el asfalto, algunas veces por mi barrio y otras por mis no tan barrios.

1 comentario:

  1. Que placer que me da andar en Gondwana, mi bicicleta. Disfrutamos de cada paseo! Muy lindo blog :)

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