Y así se constituyen los lindos momentos, los que perduran hasta la sabiduría de la vejez: con gente linda, con abrazos, con amor. La fórmula de la paz, de la alegría. La clave. Aunque no cambiaste nunca, ni dejaste de ser lo que eras.. lo que sos. De alguna forma estás creciendo, o en su defecto las cosas se perciben diferente. Es parte de la vida las épocas de gloria y su contrapartida que nos parece tan eterna. Ahora descubrís que la risa es todo, que es el eje que te mantiene para no caerte, que son gratis y que son valiosas y bellas para compartir. No están hechas para el egoísmo, así como tampoco el hombre reflexivo lo está.
No vale la pena hacerse la cabeza por todo, no tiene sentido analizar hasta el más ínfimo detalle ¿para qué? si estamos de paso, por un breve lapso somos lo que somos y en algún momento vamos a dejar de serlo. No todo tiene una explicación.. hay que comprender que las cosas simplemente suceden y que el ombligo del mundo no está sobre nosotros. El reflejo del río se esclarece; y por suerte vemos serenos y con claridad.
Las cosas van tomando su lugar y aunque no nos demos cuenta todo está mejorando.

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