Dar y recibir,
inhalar y exhalar,
amar y odiar,
sonreír y llorar,
caminar y parar,
destruir y construir.
Arriba y abajo,
izquierda y derecha.
Dos caras en una misma moneda.
Dos polos de un continuum
es entender que siempre
lo uno y lo otro
son parte de lo mismo.
Un blog, mi blog. El punto en el que, principalmente, descargo mi catarsis del mundo globalizado, ese que nunca para.. Por eso, cuando entro acá, encuentro la manera de desconectarme y que mi mente divague con o sin razón. Alguna vez te debe haber pasado. Bienvenido a este mundo de locuras peligrosas.
tinta y pluma pa volar

domingo, 25 de septiembre de 2016
miércoles, 21 de septiembre de 2016
Miércoles sin prisa, leer a contrareloj, de adelante hacia atrás.
Sentirte liviana, porque sos liviana y flexionar
tu mar y desplegarlo a través de las olas
sobre una idea, sobre un papel,
volverlo dibujo, llevándolo a la vida mientras tanto y después,
con el sable del combate de quien lo empuña por una causa justa.
No hay Verdad con mayúscula sino múltiples verdades,
variedades de aciertos, errores existenciales. Fragmentación y conjunción:
los aprendizajes son piramidales y circulares porque no se anulan entre sí
sino que se contienen los unos y los otros progresivamente, dialécticamente,
transformándose en una totalidad.
Tampoco existe tal reduccionismo teolológico que asegure que el racionalismo sea la única vía,
el tren toma un carril y descarta otro, pero ambos convergen en el mismo lugar
y los hombres y mujeres que se suben a él, van
caminan a lo largo del vagón, pensando en lo simple y hermoso que es pisar el movimiento.
Es inalterable, una lógica inexorable que trasmuta para ser hoy lo que cambiará hoy
o tal vez mañana.
lunes, 12 de septiembre de 2016
martes, 6 de septiembre de 2016
No pudo ser.
Es una quimera que se prende fuego, un delirio que se quema.
Una noche le sonrió y significó para ella una inmensa llama que mantendría encendida la luz de su éter,
entre alguna que otra mirada, se fue tejiendo de colores y nudos, un enorme abrigo
que no se parecía a ningún otro, que era capaz de cubrirlo todo, susceptible de teñir a cada hora de su raíz
porque el sueño fue un corto privilegio pulverizado una tarde de septiembre, la tarde en la que compartimos un mate y cantamos una canción. Simplezas, sutilezas, arrancadas todas ellas de raíz.
El dolor es crudo cuando no antecede la anestesia, concluyo y doy vuelta la página y
otra vez, tu forma tenue y perspicaz me hizo emocionar y quise que sea, que así sea, y ahora lo dejo ser.
Ahora me aplico una crema humectante al corazón para que me devuelva el agua que me quitaste de tanta lágrima, de tanto llanto imberbe, futil, que no sabe qué hacer con toda la angustia amorfa que me ocupa. Ya no juego a hacerte cosquillas, y no espero a que te preocupes más que por la inercia que te mantiene de pie y te impide levantar vuelo.
Ahora me aplico una crema humectante al corazón para que me devuelva el agua que me quitaste de tanta lágrima, de tanto llanto imberbe, futil, que no sabe qué hacer con toda la angustia amorfa que me ocupa. Ya no juego a hacerte cosquillas, y no espero a que te preocupes más que por la inercia que te mantiene de pie y te impide levantar vuelo.
Nadie sabe qué fue, ni por qué la estrella partió fugaz.
Es un secreto que no sabés abrir, un misterio que brilla en la oscuridad y que ni en la confidencia de la desnudez penetra la boca para abandonarla después. Es mejor así, me digo y me sostengo en un solo pie, equilibrando todo lo que me dice que algo no anda bien. Un ignoto aparecer y desaparecer, se me viene al corazón de cuando en vez y no hay fantasía más grande que lo que no fue y a su vez, no pudo ser.
sábado, 3 de septiembre de 2016
Necesito escribirte, volverte palabra, pero hoy me escasean
la fortaleza se me vuela y la casita que me construí parece un refugio arriba de una montaña
a la que tengo que llegar, que visualizo a la distancia,
que miro y que quiero alcanzar.
Me sonreís y yo no sé qué pretendés, qué pretendemos con el dolor inducido
apenas ayer, fingía sonrisas que, endebles, se borraron hoy de mi rostro
y aparece una arruga, un dolor, un fuego tibio en todo este vaivén
que está apaciguado, esperando crecer, porque ya nació
y hoy es viento y está volando por alguna vena, lidiando por llegar también
al centro de sí mismo, pugnando por arribar al centro de tú mismo.
¡Por favor! no sé qué hacer con todo este calor, es demasiado para mí
y me quema, me arde, me enciende y me apaga. todo a la vez.
Hoy todo es la misma cosa, hoy se repite circularmente todo el pasado
y vuelve a trasladarse al presente, y yo no soy la misma
porque ahora estoy rodando, porque debo hacerlo, porque todo pasa
¿por qué?
la fortaleza se me vuela y la casita que me construí parece un refugio arriba de una montaña
a la que tengo que llegar, que visualizo a la distancia,
que miro y que quiero alcanzar.
Me sonreís y yo no sé qué pretendés, qué pretendemos con el dolor inducido
apenas ayer, fingía sonrisas que, endebles, se borraron hoy de mi rostro
y aparece una arruga, un dolor, un fuego tibio en todo este vaivén
que está apaciguado, esperando crecer, porque ya nació
y hoy es viento y está volando por alguna vena, lidiando por llegar también
al centro de sí mismo, pugnando por arribar al centro de tú mismo.
¡Por favor! no sé qué hacer con todo este calor, es demasiado para mí
y me quema, me arde, me enciende y me apaga. todo a la vez.
Hoy todo es la misma cosa, hoy se repite circularmente todo el pasado
y vuelve a trasladarse al presente, y yo no soy la misma
porque ahora estoy rodando, porque debo hacerlo, porque todo pasa
¿por qué?
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