Se ha perdido en la infinitud un viaje, un viaje que al mismo tiempo se encuentra a cada recoveco del día.
Lo recuerdo al amanecer, durante el mediodía pegajoso de la ciudad, por las noches de escondidas estrellas..
Él está siempre conmigo.
Es como un Dios, presente a cada hora.
Es mi iglesia y yo soy la plaza que está en frente.
Es mi motor, mi impulso, mi salto vital, mi meta.
Soy feliz recordándote, querido norte.
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