tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

viernes, 16 de noviembre de 2012

Me reubico ante el cielo imponente que da la impresión de que va a devorarme de un momento a otro.
Me siento absorta en la acústica de la ciudad. El intermitente ruido sonoro me acelera el pulso. Hasta hay momentos en los que el paro cardíaco se enarbola como una real posibilidad.
Todo sucede en esta ciudad. Ciudad que conmueve, que camina. Ciudad que es testigo de cada encuentro.
Ciudad que almacena fiel tantas historias como habitantes.
Pero yo quiero guardarme un poquito más las frases, aunque para eso necesito más bolsillos.

Porque es el hombre un ser vacío si carece de un tesoro propio. "Lo mío, es mío" pensó un egoísta una vez.
La vida se presenta como un cuento. Una historia que es mejor que sea contada con fragmentos y no desnudada por completo en un papiro. Dicen que en la huerta del jardín, el amor se cosecha mejor si crece al lado un tomate. Porque si me apagase mañana,  no quiero guardarme una sola gota de imaginación.
(Hacía tiempo ya que no tenía un viernes de éstas características..)



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