tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

jueves, 9 de febrero de 2012

No hay idioma alguno que sea capaz de explicar la sensación que me oprime el pecho,
no debe haber dolor que equivalga lo que el tuyo.
No podría caber en mí, aunque yo mucho quisiera, 
una mínima parte de la aflicción que te apaña en estos momentos.


Días en los que me esmero inútilmente en ponerme en tu lugar 
para ver si así se te hace más leve el calvario.
¿Pero qué ibas a saber? 

Si nadie dijo nunca que no nos encontrábamos exentas de la injusticia.


Tristemente guardo en cajones de espera lo tanto que tengo para contarte.
Impotente, no puedo siquiera recordarte figurativamente:
 no tengo ni una foto con vos.
Aunque sí puedo capturar en la película de mi vida fragmentos hechos partículas 
de todo lo lindo que compartimos, y aferrarme a ello con la incertidumbre del reencuentro.


Cuando quiero mandarte amor, él se escapa rebelde del sobre, como burlándose de mi;
aunque tampoco sé con exactitud en qué Norte de qué brújula estarás..
¡Ay si yo hubiese sabido! 

Maldito Valle de Tucumán.

Ahora, sólo sé que el paisaje que te envuelve esta noche es tan funesto como el de ayer.
Y ojalá pudiera enviarte palabras llenas de sonidos,
pero, en cambio, soy la emisora de un silencio vacío.
Vacío enorme, que pesa y se nos impone autoritario.

A Mika.

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