tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

lunes, 28 de noviembre de 2011

¿Querés flashear?

La vanidad es la base de la sumisión.
La seguridad es la cuota de ego que nos hace falta.
Los árboles son los pulmones madres, los pulmones de todos.
La ira y el enojo son amigos de la soledad.
La intriga es el contrato firmado entre la intromisión y la curiosidad. Pagamos los platos rotos de la curiosidad y el querer saber, rompe con la ilusión porque nos preocupamos y demasiado por los fenómenos naturales; por lo que la naturaleza implica y ofrece. En ella florece el sabor de la risa y la alegría; el hambre insaciable del deja-vú y la fricción como motor de la justicia.
Nosotros, somos testigos de las manchas. Grandes y escapulosas manchas de sangre volcadas sobre papel. Y así, su voz a relato sórdido, impregnado en mi mente como perfume de hombre, nos cuenta el presente en versos de futuro y estrofas de nunca. "Todo está cuidadosamente ordenado en el bosque" decían las páginas del libro mientras el oído se cansaba de escuchar zumbidos de moscas. Sucia manzana, impuro jugo de las ganas. Ahí se acerca el gigante con sus pasos sigilosos y crueles.
La culpa nos induce a seguir cuestionando lo incuestionable, todas aquellas aplicaciones aplicadas pero que nunca debieron haberlo sido. Y muda, como estatua de yeso, imaginada la realidad deformada del amor; ese amor vencido que le dan pero que aún así se muere por tener. Piensa que él es como un agujero en una superficie llana y lisa; es una sensación de completud a medias y un pleno germen de la falta.
¿Encontrar sentido.. o perderlo? ¿Arriesgarse hasta medir lo arraigado en centímetros.. o escuchar los pájaros sin sentido de culpa? Nadie nos puede decir nunca nada, aunque veamos lo que no hay y ni hablar si la pileta está vacía: tenemos que dar un último golpe.

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