Tira la carnada y se toca la frente.
Se disuelven sus ojos en la taza del té.
Y conjuga siempre al vacio.
Un mortal subjuntivo
de aguja que borda un deseo encontrado.
De despertar en un cuerpo nuevo y seguirle
hasta la sed y la hambruna,
hasta el hartazgo sus pasos.
Y me ajusta la soga al cuello erizando su pecho.
Globo que explota con la cercanía al sol.
Su labio tieso dibuja sonrisas de lado maléfico
y perdura en la amargura de mi sueño a medio hacer.
Se disuelven sus ojos en la taza del té.
Y conjuga siempre al vacio.
Un mortal subjuntivo
de aguja que borda un deseo encontrado.
De despertar en un cuerpo nuevo y seguirle
hasta la sed y la hambruna,
hasta el hartazgo sus pasos.
Y me ajusta la soga al cuello erizando su pecho.
Globo que explota con la cercanía al sol.
Su labio tieso dibuja sonrisas de lado maléfico
y perdura en la amargura de mi sueño a medio hacer.
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