tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

lunes, 11 de abril de 2011

Apática.



¿Qué es eso que le pasa? Vacíos, números, cifras. Necesita un buen abrazo, un abrazo a tiempo, que la salve y le llene el vacío, que la haga sentir única. Inmensidad de falsedad. Le contagiaron aquella sensación de la molestia que da estar rodeada de gente. Caras todo el tiempo, personalidades incoherentes. Te dan una sonrisa, pero vaya a saber uno qué es lo que piensa esa dulce cara. Tantas personas cansan. Como todo exceso. Inmersa en la psicología dañina, tiene la sensación de actuar un permanente rol en su vida. Es la actriz de su propio film. Una extranjera en su planeta, en su silueta. Ser el payaso de todos. Hacer reír a todos para que no se aburran. Soy realmente yo esa o es algún fragmento mio el que quiere caerle bien a todo el mundo? A veces no se le cae bien a todo el mundo, ni todo el mundo te cae bien. Y es repugnante acercarse a alguien sin conocerlo. Yo misma lo hice. ¿Quién dijo que no se puede cambiar de parecer rápidamente? Ella lo ve desde su perspectiva, desde su propio ángulo. Hay algo mal en su interior, en su mente.  La buena gente no existe a pesar de que escucha una canción que le comenta lo contrario. Las posibilidades de leer esto un tiempo después y no estar de acuerdo son muy grandes. Pero ahora es fría, helada. Y no quiere ser positiva, por una vez en su vida va a tratar de ser ella misma, dejando ese papel imperfecto de lado. La aceptación es una etapa mutua, entre el propio y el otro. Supone que nadie entiende este lenguaje ni sabe a lo que se refiere; y le gusta porque así se siente un poco más libre. Va a dormirse temprano. Se bañó. Mintió suavemente, y se creyeron sus mentiras. Lo tiene planeado, como toda su puta vida. Muchas otras cosas que no le gustan, ni un poco. Mañana será otro día, aunque no pinte muy bien. Y ahora voy a dejar de hablar en tercera persona. Yo, yo, Ilenia, la del nombre raro que nunca entienden cuando lo escuchan por primera vez, siento que no conozco a nadie, y mucho menos a mí misma. Que todos los que están conmigo son sólo hombres y mujeres sin significado alguno para mí, ni yo para ellos. Es todo ajeno a mi persona. No soy partícipe de nada. Lo veo todo desde afuera, como un objeto. No siento amor, por lo menos, no hoy. No sé cómo será la vida de las demás personas, pero en lo personal, la mía es una montaña rusa de subidas y bajadas. Y estoy un poco cansada de que así sea. Poca estabilidad. No tengo motivos aparentes para estar así, y nunca antes me había sentido de esta forma, tampoco, pero hoy aprendí que tengo enmascarado un problema, que yo misma desconozco. Que es la raíz de todos mis males. Daría todo por podar mis problemas, en realidad, no todos sólo este, el que se esconde,  que me hacen actuar de una u otra forma. Sé que nadie va a leer esto, probablemente, pero estoy adoptando la costumbre de escribir a modo de terapia. Estuve toda la tarde al pedo y no quiero ni puedo estudiar psicología. Mi cabeza está en otro foco. No quiero tener gimnasia mañana, entre otras cosas. Como tampoco quiero pisar la ICANA. No me siento bien en ningún lado más que en mi oscuridad.  No quiero desear nada, prácticamente no lo hago. POR UN DÍA, me gustaría ser un vegetal, sin obligaciones, sin horarios, ni tareas. Hacer lo que la savia me indique. Estar tirada todo el día en la cama, si es lo que quiero o tomarme un avión hacia algún destino de otro continente. Pero claro, no se puede por tal o cual motivo, nunca se puede. Lo que quiero está muy lejos de lo que puedo. Siempre es así. Y hace tiempo que no me conformo, quizá con nada. No me viene bien ningún chico, no me viene bien ningún cuerpo, ningún chiste, ninguna forma de ser, ningún estilo, ninguna actividad, ningún horario, ningún amigo, ningún día, ninguna materia, ningún nada. No sé quién soy, tengo un documento pero no tengo identidad. Estoy como varada en un punto nulo, sin dirección ni sentido. No hay corriente alguna que me de impulso para seguir. Quiero vestirme de nada, escuchar música de algún lugar desconocido. Hacer de todo. No ir al colegio. No ver a nadie. Dejar de ser bipolar. Aclarar todas las dudas que tengo conmigo misma, para después hacer lo mismo con los otros. Alejarme de esta sociedad. Ser náufraga. Necesito tiempo para mí, para este cuerpo y esta soledad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario