tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

sábado, 28 de mayo de 2016

Darse cuenta de que en la enfermedad está la cura,
de que muchas veces el odio es la manifestación del amor,
principio infantil, diría, pero un principio al fin
porque
las ausencias se cubren de otro tipo de presencias
porque el norte y el sur, son dos partes de lo mismo

Comprender que el principio dual es el que organiza el tiempo
que es igual a decir que organiza la vida
porque la vida es tiempo
y el tiempo da vida
porque si se gana tiempo, se puede también perderlo
como a la vida, se la cultiva o se la arruina

Nuestro sistema define compulsivamente, a partir de la polaridad
al mundo entero, todo aquello que nos rodea,
separando a todo su contenido a través de abismos
que, muchas veces, a pesar de estar en extremos
aparentemente lejanos,
sus aristas se tocan más a menudo de lo que creemos (o creemos que vemos)

Es lo oculto lo que hay que visibilizar, y la visibilización de algo oculto
implica dolor, desilusión y sus derivados
simplemente porque la presencia o la ausencia
no son cuestiones visuales, sino sensoriales.
Uno percibe la presencia,  uno percibe la ausencia,
en ambos casos, las siente

en la era de la publicidad, en la era de la estética, nos olvidamos que lo que se ve
puede ser tan endeble como fuerte aquello que no se ve.

viernes, 27 de mayo de 2016

Simulando una línea recta,
su médula ósea se estira como un árbol que, entre risas, alcanza el mundo celeste.
Forma parte del orden divino hacerse alto por la fuerza y afanar aunque sea una mísera estrella del cosmos resplandeciente.
En su columna, habla modulando tibiamente el secreto de cada uno de sus huesos.
Bailan uno tras el otro,
persiguiéndose pero nunca alcanzándose,
 jugando eternamente a la guerra y a la paz,
intermitentemente,
prendiéndose fuego después,
 estrechándose las manos, lamiéndose los párpados con la lengua ajena.
En esa guerra, uno persigue al otro en el juego de nunca acabar,
y se pierde pero de vez en cuando,
 también se gana algo de paz,
 para echarse una carcajada en el ojo impropio después.
Hay entonces alguien que se percata y desvela por la esa luz intermitente
y en esa paz interina, se acorralan los huesos y lo atrapan hasta volverse halo lunar.
Porque cada equinoccio es una ventana a medio abrir,
dispuesta a resquebrajar en un vaso de cerveza
toda la culpa
 y toda la pulpa del amor.
Y así, se pasa el rato en una mesa de un bar del cuarto continente conquistado, consumiendo maní exageradamente, bebiendo entre sí desmesuradamente, entre silencios,
momentos consumados en un brindis virtual ¡Llega el otoño!
mientras el Dios creador abraza todo el relicario de huesos que no es otra cosa que
el tiempo vivido
 en cada mesa
de cada bar
entre cada maní cosechado
del quinto continente.

miércoles, 25 de mayo de 2016

La compulsión de la palabra escrita es una píldora contra la ansiedad,
 el remedio perfecto para tomarme el pensamiento con un poco de café
para despertarme y quedarme tildada toda la noche
mientras el humo se va,
y lo veo a través de la ventana, perdiéndose
despidiéndose de mí, invisiblemente
arrojado hacia la libertad, desde mi pulmón izquierdo.
Y el feriado se presta a comunicarme conmigo misma,
a pensar que de que hay mucho que descifrar a través de las inconscientes verdades inmortales contenidas en cada letra que tipeo,
yo sin embargo decido que el largo y oscuro camino de hoy,
llegó a su fin.
La indiferencia es
 tu arma predilecta
tu propia ficción,
la ignorancia que te ahoga.

Y vos,
el actor que colecciona premios en silencio
es tu propio ego el que te habla de tu dificultad matemática
la que siempre se traduce en cobardía.

No escuchás que hay un río
que basta con surcarlo para llegar a destino
pero vos seguís perdiéndote en el camino.

Y yo ya no sé

Tu mirada es un puente que teje abismos negros
y no sé quién está detrás,
perdí el ingenio y la paciencia
perdí la energía pensando en qué clase de bomba activar
para explotar tu superficie y dinamitar tu cinismo
para romper el cascarón y explicarte

que las cosas son más sencillas que el lenguaje
que las cosas no existen si no trascienden el tacto
que vos y yo somos lo que fuimos,
que nunca vas a poder capturarme por mucho que lo intentes
con tu cámara instantánea de cerveza excusoria.

Hoy el sol te habita
y adivinen quién es el que salió con paraguas?
Apretar hasta el hartazgo la circunferencia,
con la mirada fija en el centro,
el más allá, obnubilado

haciendo del obstáculo el mundo,
forzando las circunstancias
imperándole al destino un cénit inmediato.

dejar salir lo que el cuerpo repulsa
que baste con la utopía de volver cercana la lejanía.

Para curar lo que hay adentro,
sobran las distancias escandalosas,
no se necesita ni frío ni frenos
la absurda regla que condiciona
que dice que todos los domingos
se ha de remover la piel escamada
que solo alcanza con barrerla
en el sentido de las agujas del reloj
desde la profundidad, hacia la superficie.
¡mentira!
la palabra no puede ni podrá nunca serle fiel a la natura

y así, en el confín del hábitat podrido
es la piel quien alberga el germen, la semilla
sentada y esperando florecer,
ansiando abrir sus piernas
inflar el pecho
desde las alturas,

fértil para crecer sin que la corten
irrigada de seducción
colérica como calma
para caminar y para descansar

sin que la estrujen
quiere que la siembren dándole espacio y abriendo paso a su alrededor.
Solo creo que acorazando lo inerte
       es probable que la piel se asfixie.
Morena, esgrime su mejor argumento
moldea y manipula un puñado de parafernalia ritual
con el que pueda llegar a conseguir su propio consentimiento.
Mundano y superador el ideal retórico de esperar en silencio
que le llueva una migaja, una miseria de pan
y esta historia nos sorprende escalando por enésima vez el mismo escalón

giros,
giros,
cambian de fin y de afán

Morena cae y trastoca su papel
Morena se cae y se rompe
desde la copa del árbol
junto a la copa de vino
borracha de estupidez,
su vidrio la corta y no es ella quien invierte premisas,
se burla del dolor
llora color rosa porque en la escala de valores
la gradación suprema es de lo claro a lo escuro
modulando día a día su trazo opaco,
precisando cuánto hay de constradictorio entre lo monumental y lo humilde

sábado, 21 de mayo de 2016

un tic tac y un párpado nervioso, 
me retrotaigo en la inminencia del insomnio
 a la primera experiencia, a la pubertad, al primer amor, a la inocencia, a la paciencia de la espera del porvenir

y a través de un la menor 
visualizo una puerta que rechina y me arrastra hacia el pasado y una moral que aconseja tomar precaución desde el presente:
una noche de luna llena, un consejo inhibidor y una taza de café se fusionan 
dando lugar a un nuevo orden cósmico
un big bang de armas letales que apuntan a la nuca de quien ignora que el orden es siempre libertario en la individualidad y sólo liberador si es en el colectivo, 
y es el des-orden el que se torna conservador en su melódica planicie, en su obsoleto plan.

Un archipiélago manchado de colores en la altura 
me escala por la cintura y llega a mi oasis que aguarda ser envuelto en resplandor 
que aguarda poder girar alrededor del sol,
es el que va ajustando con una justificación posterior que llega como un halo de sabiduría

cuando la calidad se impone por sobre la cantidad, y así se llega a la madurez
para romper con la teoría y darle un nuevo marco al café,
porque no se equivoca la mujer que entiende que su cuerpo es una alfombra para volar
un jugo destilando vitaminas
un sexo sobre la mesa intercalándose entre ella y la erotización liviana.

sábado, 14 de mayo de 2016

rotando desde el vernáculo sentimiento
 viene la luna viajando en mi útero,

de vez en cuando, se suicida a través de un gesto femenino
y la arboleda nombra y  renombra a todo aquel que se eche en su parra
abriendose con el cuerpo posado
anclándose con el rostro quebrado

jueves, 5 de mayo de 2016

Toma de a sorbos lo que marcó sus manos, lo que levantó desde el barro
y replica un mensaje cada día, cada mañana
y ellas se despiertan, bostezando,
las arrugas salpicadas de caos,
con un leve espesor ordenando el diafragma de su respiración gruesa,
que se modula con el alba y se duerme con el crespúsculo
ella, solo ella, se posa sobre el pecho izquierdo y se infla de emoción agridulce
Solo así, dice
no se lamenta de no haberse levantado.