tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

viernes, 29 de agosto de 2014

comete las letras

Desde algún pronombre indefinido te escondés,
 en el rincón derecho del último cuarto del piso más alto. 
Subo rápido a ver si te encuentro,
 pero lo único que encuentro es al cobarde y valedero de tu coraje, 
al que no querés desperdiciar, 

¿es el incierto acaso el que te seduce, 
o será, 
tal vez, 
el temor al mimbre? 
No quiero anularte, pero no me dejás otra opción, mi querido.
No me revuelvas en la sopa, 
no vas a encontrar nunca más las letras de mi nombre. 
Tragate la sopa
solo, 
comete las letras, 
golpeate la paleta izquierda con la cuchara y sentite solo por no poder compartir esa inocente risa conmigo.

Comete cada una de las letras de mi nombre 
una y otra vez, buscalas en la olla
y meditá, mi amor, cuál es el sabor de mi cuerpo, 
cuerpo al que no conociste,
cuerpo que siempre estará abierto para vos
pero cerrado si decidiste no entrar.

No quiero desecharte pero no quiero seguir guardándote, ocupás espacio inútilmente 
cargo tu peso
también inútilmente
¿para qué? ¿para que te sigas llenando de polvo dentro mío, junto a todos los recuerdos que ya no son?

miércoles, 27 de agosto de 2014

Sedición

El orden o la subversión,
 el deber ser o el querer ser.
El cambio o la permanencia,
 el recuerdo o el porvenir.
En cualquier caso: opresión versus liberación.
Cambian los actores pero la obra es siempre la misma: los poetas del mundo, en su dramaturgia, se disputan el discurrir de cualquier alba. Quieren captarme, quieren captarnos.
Cierro los ojos y despierto en el campo, rodeada de flores que hechan humo bajo el puente. De repente, un súbito pensamiento se aleja fugaz de mi consciencia.
"Vivimos como vive cualquier hombre, con un laurel de pena y un pétalo de alegría"
Todas las mujeres cautivas de las vueltas persistentes y todos los hombres que no conocen el sexo de su dama. A todos ellos les hablo. Al género humano dividido por un órgano. Hoy, acá, anulo su diferencia y aúno sus desemejantes formas. Por arte de magia, sólo si creés...
Entonces ¿creés?
No tiene sentido levantar muros por doquier, pero tampoco tendría sentido derribarlos ahora, una vez edificados.
¡Cuesta tanto trabajo caminar desnudo por las calles de la ciudad!

sábado, 23 de agosto de 2014



Ella quería amar
a un cisne de agua y sal


ella quería volar
junto al cisne hasta el mar

Es todo piel y honestidad.

Ademán
de tocar tu piel
resplandor
dulce contraluz
las desdichas del mundo no están
quiero entrar donde espera el sol.

Vida siempre así
trastocando mi ser
despertándome
vida siempre tan sola
siempre espera,
vida siempre
siempre es amanecer.





Oración
derredor de luz
abismal lago de quietud,
las noticias no penetran aquí
es todo piel y honestidad.

Vida siempre así
trastocando mi piel
conociendome
conociendo la suerte de los días.

Vida siempre
es amanecer. 

viernes, 22 de agosto de 2014

Futuro

Si fuera un acorde, hoy sería La menor.
Si fuera una guitarra, hoy sería una acústica.
Porque ando melancólica, hoy sonaría nostálgica
como un tango
porque odio pensar siempre más en lo que me falta
que en lo que tengo
siempre 5 para el peso,
nunca un margen de distensión.
Porque me gustaría separar mi mente en compartimentos
y manejarlos guarecida en mi cabina
desde un control remoto,
para que no me superen
para que no me desborden los pensamientos.
También sería una goma de borrar
para limpiar el papel y dejarlo blanco
como cuando no existías
como cuando todo era futuro.
Hoy el futuro es cierto
y por eso no es futuro,
es un ancla frustrada en el presente
con la proyección del pasado
queriéndose hacer pasar por mañana.
Pasará el verano, los trabajos, la gente,
se irán aquellos a los que creía mis amigos,
otros se quedarán.
Las horas se quemarán y los minutos se medirán a contrareloj,
a partir de su dulzor.
Una cuenta regresiva que tocará la campana el día que bese tus labios,
el día en el que las palabras se plasmen en hechos,
el día en que mi memoria albergue un nuevo recuerdo,
el más tierno quizás.
Hay un espacio, desde siempre, que espera a ser llenado con tu presencia.
Y mientras tanto, una vez más,
la espera.
Vos aquí
yo allá.
Distancias que no alejan,
así como hay opuestos que son complementarios.
Prefiero creer que somos ángulos que se necesitan mutuamente,
como el limón y la sal,
como la la mermelada y el pan,
que somos 90 y 90.
Yo aquí
vos allá,
seguramente estemos contemplando un mismo atardecer,
un mismo sol que se va,
una misma luna que llega
pero
(porque siempre hay un pero)
desde posiciones disímiles

estamos interpretando el presente
de formas opuestas, tal vez.
¿Pero
(porque siempre hay dos peros)
qué me decís si al porvenir lo miramos juntos?

sábado, 16 de agosto de 2014

el fin de amar

Palabras profanas
pendulan sobre un nosotros.
Actos herejes
se quedan así,
flotando en el tintero.
Voy y vengo
entre lo eléctrico del movimiento
y lo sincrético del silencio.
Besos amarillos
se tiñen de negro
al desteñirse de tiempo.
Obscenidad triangular
subyuga la posesión de la tenencia
y la libertad del aprisionamiento.
El octogésimo aniversario del adiós
y la pervivencia aun persevera
por aquello que encontré en la lucha
y por aquello que perdí en tus ojos.

miércoles, 13 de agosto de 2014

El mundo es de estaño, juega entre eras de bronce que se pierden por la falta de cobre. Y las lágrimas se vierten sin fundirse en metales preciosos. Es lo material que opera como símbolo del honor. Signos y mensajes directamente encubiertos por la gestión de la discreción. Lo sublime va contra el muro de lo bello y lo estético se refugia en los ojos que no permiten que penetre lo que no llega si no con el tiempo, con la distancia. Bebo un poco más de esa agua de la miseria que saca de mi el peor de los sufrimientos y las catarsis que se puedan esperar de un cuerpo de carne y hueso. Un cuerpo que es un sexo, un cuerpo que es fe, que es esperanza y anhelo. Puro deseo de eternidad, ante lo etéreo e imperceptible del mundo que nos cobija. ¿Vendiste tu amor? Me pregunto sin la piedad de un misericordioso. Me pregunto sin pensar más que en mi y en mis preocupaciones. No me amás y por eso no debo amarte. Me inclino ante mi servidumbre, ante mi deseo que es tu deseo. Y una vez más me doy cuenta de que sigo a tu merced, que soy un espejo falso que está a tu disposición. Que estoy amarrada, sujeta a tus caprichos, a tu ser. Indescifrable como la escritura Lineal A, silábica y única, tan antigua como los enemigos persas.
El viento que existe desde siempre en mi vida, sigue diciendo tu nombre y mi corazón sigue y seguirá latiendo muy fuerte. Así.

Recuerdos.

El papel en blanco comparece como un hombre con carácter. Dice ¡aquí estoy! para que me escribas.
Me acuerdo de aquel que fuiste, de aquella que fui. Nos recuerdo, juntos.
Pienso, en lo que se fue, en lo que vendrá. En todas las ciénagas doradas que compartimos, todos los pasos que perdimos por la ciudad, todas las huellas que se borraron físicamente, todas las huellas que quedan espiritualmente. Sólo eso me queda, pienso, y pienso también que no sé a quién busco, y que te encuentro sin buscarte, y que te quiero sin quererlo. Que permanecés como una mancha de tinta que descompone la blancura del papel, una mancha que aclara y no perturba. La excepción a la regla, mientras pasan otras cosas, transitan otros cuerpos y el techo no se cae; no desaparece. Sigue allí. Como lo que se digiere con el tiempo, que se mastica... y como en un rumiante, vuelve a subir el alimento de nuestro amor perdido, nuestro amor sin brújula. Nuestro amor que llora eternidades que se desvelan por un momento más. Tengo el registro de tu cuerpo, por fuera del mío, como una periferia que me contiene
allí es donde está tu recuerdo.

viernes, 8 de agosto de 2014

Intempestivo como el frío un día de verano,
extemporáneo como el kiwi en invierno.
Adjuraciones de personas,
días y horarios
transplantados a la cotidianidad.
Sortear lazos por inconvenientes
por carentes de fe.
Empecinarse en conjugar a pesar de la inoportunidad,
en ir
a pesar de la adversidad,
en andar
a pesar del dolor sórdido.
Empeñarse en un hecho fortuito
para transmutar lo temporal en infinito.
Apresurar sin tener en cuenta los lapsos pautados.
Atrofiar de velocidad la pausa, la lentitud.
Descreer en las convenciones y, sin embargo,
crear convenios subjetivos que terminan por preconcebir lo azaroso.
Arruinarlo todo a partir del deseo,
y volver a crear, una vez más,
desde el barro.

jueves, 7 de agosto de 2014

Aguardar, algo, que no se sabe si llegará.
Permanecer, quedarse,
empotrado como un placard,
dentro de una pared,
dentro de una habitación.
Viviendo el mientras tanto,
como si el único horizonte fuera
 lo que sucede a la espera.
La trama se torna secundaria,
lo que se anhela es el desenlace.
Y pienso que, de algún modo, esperar es aguantar.
Unos meses, un año...
 y si perdura,
entonces,
todo este tiempo habrá tenido un sentido,
habrá sido un tiempo teleológico.
El coito del mientras tanto es vacío,
es instinto e indistinto.
 No importa con quién,
 no importa cuánto dure,
 es un durante,
un entretanto andrógino.

miércoles, 6 de agosto de 2014

La historia

Estos momentos son los que me empujan a seguir adelante, estos momentos hacen que deje de replantearme mi cotidianidad, mi diario, mi día a día, el por qué me levanto cada mañana a leer, a concurrir a un espacio que a veces me es impersonal y ajeno. Una Universidad que es planteada y propuesta como a un mundo desconectado del mundo.
Momentos como este hacen que el estudio no se convierta en un contenido vacío e inhumano, que el estudio no se quede en los libros, en palabras disparadas por alguien, editadas por otro y finalmente consumidas por unos pocos. La recuperación de la identidad de un nieto hace que cada aprendizaje, que cada clase se llene de amor, porque hay un objetivo. 
¿Qué es lo que yo quiero hacer con lo que incorporo, qué es lo que hago con lo que hicieron de mí? Momentos como estos hacen que se ilumine el futuro para ver por un instante con claridad. Si hay una meta, entonces hay perseverancia, hay ansias, hay ganas. Las dudas se disipan para convencerme de asumir una responsabilidad, una muy grande. Una obligación mía para con el resto, responsabilidad insoslayable que muchos rehúyen acorazándose en sus pequeñas ambiciones y anhelos individuales.
La historia no es sólo ente académico, la historia no es repetir discursos,
la historia es de todxs, la historia está ahí para abrir los ojos, para despertar del letargo de la ignorancia que muchos de arriba procuran mantener a las masas, sólo para dominarlas y negarlas. 
Que los hechos nos lleguen a la sangre es reconfortante, porque sólo así el conocimiento es posible de ser catectizado realmente y así ser utilizado para el verdadero bien común. Porque es ahí cuando nos hacen sentir que todos somos parte de eso que se escribe. Que las cosas no se escriben solas de una forma mítica religiosa.
 El nudo en la garganta, hoy, hace que me de cuenta de que no quiero ser parte de una jerga que permanece en su burbuja intelectual, lejos de los hombres y mujeres de carne y hueso.
Estudiamos para ayudar a construir un espacio más humano, para hacer del mundo un lugar más habitable; y sentir que la acción de cada unx de nosotrxs no es vana, ni es una pluma sin peso en el discurrir de los acontecimientos es abrir los ojos, es tener repentinamente el corazón y la cabeza llena de una certeza pesada y no por eso menos bella. 
La historia la hacen los hombres, siempre.
Y eso hace que no me sienta vacía, porque en algún intersticio de algún rincón 
habrá otro hombre u otra mujer que piense como yo.

martes, 5 de agosto de 2014

Enamorarse y enloquecer, recta línea que separa un abismo de otro abismo.
Fina es la división entre un precipicio y un acantilado.
Clavos que se clavan muy hondo, pienso, maldigo.
¿un clavo saca otro?
¿o un clavo empotra con más profundidad al anterior?
Te comparo y está mal. Te comparo porque es inevitable.
Te comparo sin tener piedad del comparado que siempre sale perdiendo.
No me importa y eso es cruel, es egoísta.
¡Vaya faceta vengo a descubrir por vez primera!
Y es que intento, señorito. Hago el esfuerzo de mirar a mi alrededor pero los hombres de mi vida son todos tan insulsos, tan simplones, tan básicos. Ninguno tiene el corazón tallado a mano como el tuyo, tan artesanal y rústico como el mío.
Es brutal y hasta inhumano que me tenga que tragar hipócritamente todo lo que me pasa. Convivo con vos sin estar bajo el mismo techo. Ni siquiera me dejaste compartirte un poco de mi contenido, me lo dejaste todo para mi. Fue como si me dijeras -arreglátelas sola, y procurá no pudrirte con tanto amor adentro.
Yo pensé mal, como siempre que supongo, que el amor me iba a florecer y ahora sé que me marchita de a poquito con la llegada de la primavera. Mi efecto es el contrario, me arruino.
¿Y cuál es la solución? ¿El tiempo? No lo creo, a no ser que me arrebaten los recuerdos y la memoria será imposible porque tu existencia es indeleble, como lo que me gusta de vos, que es tu consistencia de torta de ricota: contundente y dulce, incapaz de empalagarme. Lo que más me gusta de vos, es tu nerviosa sensibilidad, desequilibrada y hasta excesiva.
Y si es cierto el mundo y es falso lo espiritual me gusta el absurdo de que no te guste.
Soga que me ata impunemente a un recuerdo inconcluso.
Cortala de raíz. Plantate
pero en otro bosque.

domingo, 3 de agosto de 2014

Nuestros ojos atraviesan la muchedumbre y se chocan de repente.
Se encuentran para hacerse visualmente el amor,
para aniquilar de un santiamén el fervor acumulado.
Nos mordemos el labio, cada uno en su boca.
Nuestras sonrisas se intercambian,
de costado,
tímidamente.
Jugamos un juego del que sólo nosotros sabemos las reglas,
porque nosotros nos las inventamos, aunque el juego sea de muchos.
Me seguís, te sigo, te provoco, me provocás
me acerco, te acercás
es una especie de chat de mensajes corporales bien correspondidos
una coreografía de seducción.
Fumo de costado y te miro de reojo,
espero encontrarte, sé que voy a tropezarme con tu observación de un momento a otro,
es sólo cuestión de tiempo,
vas a caer en la red,
y entonces, en ese momento,
yo actúo sorprendida al toparme con tus ojos en mi,
me regocijo en silencio, porque es lo que quería.
Gran performance, pienso.
Esto es el teatro de la vida,
jugar a poner una excusa, 'me voy al baño' digo en voz alta,
rozándote el deseo, incitando tu masculinidad.
El pretexto funciona a la perfección, el plan es todo un éxito.
Nos devoramos en la intimidad.
Y seguimos actuando, al salir al mundo,
con la excesiva discreción de quien oculta
pero con la complicidad de los que saben.
Ya no miro a toda esa gente solitaria, ya no me miro entre ellos.
Ya no me encuentro entre ellos, porque ya no estoy sola.
Ahora estoy conmigo.
Y ahora que me reencontré, no me pierdo nunca más por alguien. En última instancia, me pierdo con alguien, juntos, de a dos. Pero nunca más sola. Porque perderse solo es un viaje de ida.
Siempre el mismo posesivo, yo, me,  mío. Porque mi cuerpo es como la sombra, como la cabeza, como un dedo, como cualquier y cada una de las partes de mi cuerpo.
Mi cuerpo está pegado a mi, entonces
¿mi cuerpo soy yo?
Te amputaron de mi, y me doliste más que un miembro.
Pero ya está, le puse una curita al corazón para que deje de sangrar.
Y la verdad, es que estoy mejor.
Volví a cantar en la ducha, volví a despertarme con una sonrisa,
 ¿soy feliz? no lo sé, pero, de todos modos, esta me parece una buena forma de medir la felicidad
aunque como cualquier abstracción es inmensurable.