tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

sábado, 19 de octubre de 2013

Nostalgia.

Nostalgia, no me toques la puerta, por favor, que nunca soy tan fuerte como para no abrirte.
De verdad, te lo ruego, hoy no me visites.
Nostalgia, siempre fuiste más fuerte que yo. Siempre lograste que mis acciones estén a merced de tu desquiciada voluntad.
Nostalgia, no me dejes perderme en añoranzas.
Nostalgia, no te vuelvas mi deidad, que ya demasiado complejo es sin tu presencia mi cosmos politeísta .
Nostalgia, te lo pido con vehemencia, no me dirijas la palabra, ni me dejes ahogarme en el silencio.
Nostalgia, siempre tenés la dosis exacta para convencerme.

Pero te advierto, esta vez, nostalgia, que cambié el cerrojo de la puerta.
Andabas caminando de la mano de tu cordura. Vos con sombrero y ella de pollera corta, tan corta que se le veían hasta las injurias. Como una alfombra que esconde la tierra que hay debajo, te enorgullecías de tu languidez y benevolencia, cuando por debajo de esa piel lo único que había era bronca y desazón.
Tu espalda, alta y erguida, se revestía de lunares desposeídos.
Tu sonrisa minusválida vaticinaba el fin de la era en la que todo era globos y colores.
En tu relicario de huesos un estigma: la promiscuidad de tu columna vertebral aventuraba tu postura poco erecta.
Es que debajo de lo que yo siempre vi, en mi ingenuidad por creerte, oculté tus móviles de acción  y tus verdaderas intenciones. Ante esto, no queda más que la separación. Vos a la derecha y yo a la izquierda.
No quiero seguir caminando de la mano con un cínico. 

Naturaleza ¿dónde estás?

Asumo la palabra y me torno garante de mi discurso.
¿Pienso y luego existo? ¿Dudo de todo menos de que estoy dudando, o al contrario, existo y luego dudo de que existo? Si fuera como decía Descartes (ergo propter hoc) no habría posibilidad alguna de equivocarse, el margen de error no sería tan grande a veces como para haber provocado atrocidades humanas tan mezquinas y guerras tan anchas a lo largo de nuestra ominosa historia. Por eso, sin duda, existo primero, y porque existo, luego dudo... ¿cómo podría dudar si no existiera?
A veces creo que todo lo que está en los libros es un mero divagar sin sentido, un camino sin retorno hacia la neurosis... pero después, justamente cuando dudo hasta la embriaguez, me doy cuenta de que la locura es un estado permanente, un ovillo que siempre está a punto de desenredarse. Cuando creés que estás por encontrar la punta del hilo, ¡pumba! otro requete nudo. Y es así, ¿viste? Seguro que a vos te debe haber pasado lo mismo: yo estaba muy tranquila hasta que el criticismo me invadió. Hasta que la inmunda cultura me convirtió en homínido. El día en el que la Cultura avanzó sobre mi naturaleza, me volví loca.
Hasta ese día, yo no andaba preguntándome todos los por qués, fluía y no encontraba objeciones ni satisfacciones. Todo el mundo era una bellísima y absurda masa amorfa.
Y si, mi querido amigo, todos queremos encontrar la vuelta a la infancia. Dulce anhelo el pasar aniñado no contaminado de ideas. Pasar en el que los problemas no eran más que una noción esporádica y un tanto difusa, de la cual no sabíamos su forma, su dimensión o de su naturaleza constante. Pero no queda otra, ya siendo un adulto culto hay que ensanchar el pecho, llenarse de aire, y atravesar el campo de batalla y en lo posible salirse invicto de él.
PERO POR FAVOR!!! ¿Qué es lo que leen mis ojos?
¡No! Te juro que no te miento, mirame a los ojos. MIRAME. Sé transparencia, y no uses la boca para enturbiar esa pureza que emana de tus ojos. Callate la boca, porque la boca ensucia y mancha la blancura de tus sábanas. Escuchame a mí, por una vez, escuchenme todos: se acabó lo que se daba.
Oscar Wilde escribió con toda razón de cínico un aforismo que decía que la pose más difícil es la natural.
Bueno, basta, basta, adiós Wilde y todos esos filósofos dementes. A la mierda las poses, a la mier-da. Lo que es natural no es pose. La pose es mentirosa, es un engaño, y la naturalidad se opone fehacientemente a esos términos. Así que dejemos de converger en incompatibilidades. Sigamos el buen camino. Si vamos a jactarnos de seres naturales, tengamos el coraje de no convertirlo en una pose más. Pero en realidad basta con entender que jactarse de algo es el paso previo a la pérdida instantánea de nuestra naturalidad.

lunes, 7 de octubre de 2013

Canto nupcial.

Me he casado
me he casado conmigo
me he dado el sí
un sí que tardó años en llegar
años de sufrimientos indecibles
de llorar con la lluvia
de encerrarme en la pieza
porque yo -el gran amor de mi existencia-
no me llamaba
no me escribía
no me visitaba
y a veces
cuando juntaba yo el coraje de llamarme
para decirme: hola ¿estoy bien?
yo me hacía negar

llegué incluso a escribirme en una lista de clavos
a los que no quería conectarme
porque daban la lata
porque me perseguían
porque me acorralaban
porque me reventaban

al final ni disimulaba yo
cuando yo me requería

me daba a entender
finamente
que me tenía podrida

y una vez dejé de llamarme
y dejé de llamarme
y pasó tanto tiempo que me extrañé
entonces dije
¿cuánto hace que no me llamo?
añares
debe de hacer añares
y me llamé y atendí yo y no podía creerlo
porque aunque parezca mentira
no había cicatrizado
solo me había ido en sangre
entonces me dije: hola ¿soy yo?
soy yo, me dije, y añadí:
hace muchísimo que no sabemos nada
yo de mí ni mí de yo
¿quiero venir a casa?

sí, dije yo

y volvimos a encontrarnos
con paz

yo me sentía bien junto conmigo
igual que yo
que me sentía bien junto conmigo
y así
de un día para el otro
me casé y me casé
y estoy junto
y ni la muerte puede separarme

Susana Thénon

sábado, 5 de octubre de 2013

Un horizonte con sombrero.

Hoy voy a tomarme un tereré bien frío, hoy no voy a pensar en mis vacaciones, simplemente porque ellas no existen. No hay distinción alguna entre dos meses y el hoy. El hoy se yergue ante todos los días indefinidos, ante todos los pretéritos, perfectos e imperfectos,simples y compuestos.
Hoy, si tengo sueño voy a dormir.
Hoy no voy a rugir, ni a ladrar, ni a morder. Hoy quiero callar.
Hoy voy a aceptar y a edificar con los herramientas que tengo. No me importan si son pocas, no me importa si son muchas.
Hoy voy a deconstruir esquemas mentales y representaciones, voy a demolerlos de un solo hachazo por ser tan convencionales que la gente ya ni se percata de su uniformidad. Hoy, no querré parecerme a nadie, porque nadie es nada. Ni yo soy nada, ni el otro es nada. Nadie es tan original en esta vida como para que yo quiera parecérmele. Hoy no pienso en qué ganas tendría de que sus brazos estuviesen aquí. Hoy no voy a darle cabida a los seres ficticios que perturban mi calma. Hoy nada de eso.
Hoy sólo hoy.
Vamos, volvamos a lo de antes.
Venga, que el tiempo es sólo una subdivisión mental que subjetiviza la categoría del tiempo.
Vamos, que podemos imaginarnos un pasado de florcitas y caramelos
venga caracol col col que saca sus cuernos al sol.
Quedate un ratito más,
quedate y mientras andá yéndote.
Así no me doy cuenta...
y en un futuro imperfecto, vas a ser sólo una reconstrucción sin sentido,
un verso vacío, una estrofa sin versos,

una rima asonante
una rima consonante. 
¿Te gustan esos raros peinados nuevos?
Sí, me dijiste

y te dije adiós para siempre.
Te gusta lo extravagante, lo exótico,

te gusta el sinsentido
y por eso te gusta esta vida llena de sabores insípidos.

Me gusta lo imposible, me gusta el chocolate
y me gusta tu temperamento.
Tu carácter ecléctico, tu andar enigmático.

Quiero un poco de eso y un poco de aquello,
quiero algo de razón y algún que otro grito que matice mis locuras. 
Te gustan los coros, y los solos.
Te gusta ser el cantante de mi banda. 
El ombligo es el centro del mundo y todos lo detestan por eso
¡ay pobre ombligo!
En cambio, los ojos, 

musa de las transparencias, 
son en realidad la más mezquina dualidad de las apariencias.

Y vos, tan amplio sin ojos ni nariz,

crecés, desprendiéndote de las hojas otoñales.

Vos, hoja del árbol,

caés en primavera y nacés en invierno.

Vas contra las reglas,

vas contra la naturaleza.

Vas contra el mundo.