tinta y pluma pa volar

tinta y pluma pa volar

martes, 28 de febrero de 2012

Estimados y estimadas que se encuentran entre tanto caos urbano. 
Besos verdes, amarillos y rojos arrojados con el fin único de hacer tiempo en las esquinas a que el semáforo cambie su color. 
Enredos fotográficos que presagian collages ansiosos. 
Energía volcada positivamente. Liberación de endorfinas y nervios intranquilos. 
Una receta para preparar torta de manzana seguida al pie de la letra que alardea un ego culinario. 
Las clases que llegan, las vacaciones que se van. La gente nueva, y la gente vieja. 
El tiempo que se va agotando en cada recoveco. 
Espíritu que se renueva, que muta, que recorre a pata suelta.
Y yo ya me siento un poco más grande.

domingo, 26 de febrero de 2012

La ciencia y el arte.

Durante el tratamiento con una paciente, el psicólogo Carl Gustav Jung, gran estudioso de los símbolos que habitaban el inconsciente, llegó a un punto muerto: no había avance, ya que la mujer lo interpretaba todo con un enfoque demasiado racional. Por eso, le interesó especialmente una sesión en  que ella le relató un sueño extraño en el que aparecía un escarabajo dorado. Jung tomó nota. Sabía que esos escarabajos eran considerados en la antigua cultura egipcia como símbolos del renacimiento. 
De pronto, se escuchó un pequeño golpeteo en un vidrio. El doctor Jung corrió la cortina y abrió la ventana. De manera inesperada, saltó al interior de la oficina un escarabajo de color verde y dorado. Jung, le mostró a la paciente su escarabajo, el que ella había visto en el sueño. La experiencia, destrozó su racionalismo excesivo. El efecto fue liberador, se había materializado tanto un sueño como un símbolo. La sincronicidad o coincidencia entre el mundo interno y el mundo externo, le permitió a Jung asomarse a una zona que está más allá de lo límites de la imaginación. 

El noviazgo.


El rojo es frecuentemente identificado como el color que corresponde al amor. Quizás, esta asociación, se deba a que la sangre porta el mismo tono y, quizás también por eso sea que se supone que cuando uno está enamorado siente un fervor que le recorre el cuerpo, como exaltándose así las ganas de vivir. Todos  tuvimos alguna vez esa sensación, desde cuando eramos chiquitos y sentimos ese dolorcito de panza, esas cosquillitas, hasta ahora... Pero habiendo tanto amor a nuestro alrededor, tantos tortolitos en el mundo; llama la atención que haya tan poca gente de novia.

Decidir  "ponerse de novios" no es más que la inauguración de una nueva etapa, en la que (a mi parecer) deberíamos empezar a conocer al otro un poquito más que antes, descubrir de él lo que no se sabe con certezas pero que se sospecha, transformar en verídico lo que se supone.

Las circunstancias y el mundo en el que navega nuestra mente, nos distorsionaron a tal punto que nos crearon una fobia alrededor de este concepto. Es como si existiera un miedo oculto a ponerse de novios; una necesidad de saber todo del otro antes de dar este gran paso, conocerlo a fondo, compartir un tiempo predeterminado que por lo general es mayor al mes. Ponerse de novios se ha vuelto un peso para el hombre y es visto a menudo como una sensación de encarcelamiento en una misma persona.. y claro que como a nadie le gusta estar preso; lo esquivamos postergando el hecho indefinidamente. Preferimos decir “estoy en algo” a decir “estar de novios”  cuando ése estoy en algo, que en muchos casos optamos por una cuestión de falaz libertad, no crea más que confusiones respecto a cómo actuar ante esta prematura relación. Sin nunca detenernos a pensar en ello, no nos damos cuenta de que ésto no es más ni menos que el rechazo a lo extraño: el miedo a equivocarse.
Reformulándome un propio concepto de lo que es un novio para mi: un novio es alguien por el cual siento una atracción física o espiritual importante, por lo que yo considero darle una oportunidad porque siento dentro mío que la relación puede llegar a florecer hasta convertirse en amor en un futuro. Me pongo de novia porque en mi fluye un presagio de amor, un "algo" especial hacia esa persona y unas ganas de compartir con ella más tiempo... No es necesario estar locamente enamorado para estar de novios. El amor es algo que puede que llegue y nazca como fruto del tiempo.
Puedo conocer alguien un día y a la semana estar ya corrompida por el misterioso ímpetu de querer conocerlo un poquito más. Pero claro, hoy en día ésto sería ir a los pedos, demasiado rápido y éste es el momento en el que el otro se asusta y así se desvanece y desmorona todo lo antedicho como una frágil pirámide de naipes. Estos tiempos que tenemos marcados, que han salido de quién sabe qué antinatural doctrina, son falsos y como no todos los seres humanos somos iguales, no todos tampoco tenemos los mismos tiempos. Es erróneo e inútil esperar a caer en la rutina monótona de saberlo todo del otro, vivir millones de momentos especiales previos para llegar al noviazgo.
  ¿Cómo nos vamos a aventurar a lo nuevo que implica empezar una nueva etapa (como lo es empezar un noviazgo) si el otro dejó ya de ser un terreno virgen a explorar y no es si no otra cosa que un bello paisaje conocido y más que recorrido? ¿Acaso el ponerse de novios no significa, como ya dije, descubrir del otro lo que no sé? ¿Y si consideramos que ya transcurrió un tiempo suficiente como para utilizar este rótulo, no estamos cerrando una etapa, en lugar de abrirla? 
Siendo muy metafórica, la idea que surge cuando mencionamos la palabra novios es ésta y es la misma que, muchas veces, nos lleva al fracaso amoroso.
Si yo nunca estuve de novia con ESA persona por la cual siento ese algo único que no siento por otras, ¿cómo voy a saber que no va a funcionar de antemano, cómo voy a negarme, si no sé lo que es concretamente, porque nunca estuve de novia con ESA persona? Imaginar no es lo mismo que vivir, y por lo general la realidad es muy diferente a lo que nuestra cabeza construye o puede llegar a anticipar por más intuición que se tenga.
Ponerse de novio es, en otras palabras, darse la oportunidad mutua de probar algo nuevo. Puede durar 1 semana, 1 mes o 1 año; pero esta estabilidad no es indefinida, ni para toda la vida, ni tan seria como un matrimonio. Si no funca, no funca, listo, a otra cosa mariposa. Tan simple como eso. Seamos realistas y dejemos de huir de lo desconocido.

viernes, 24 de febrero de 2012

Entre tanto tren que viene y va..

Ella llevaba un libro de García Márquez. Él, uno de Juan Villoro. 
Ella llevaba zapatos rojos. Él, zapatillas negras.
Entraron apenas se abrieron las puertas. Ella se sentó, él quedó de pie frente a ella.

Él miró de reojo el libro de ella, y le gustó. Ella miró de frente el libro de él, y le gustó. Media estación después, él puso su zapatilla junto al zapato de ella, tocándolo por la punta. Ella no movió el pie. Y un calor determinante empezó a fluir desde el dedo del pie hasta las manos, desde las manos hasta los libros y desde los libros hasta el aliento. Si un sobresalto lo hacía separar el pie, lo devolvía de inmediato a su posición deseada.

Así anduvieron los lectores: los ojos clavados en el papel, el pie clavado en el piso, seis estaciones completas, con un romance de solapas y sin verse nunca el rostro.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Ying yang y pensamiento mágico.



El pensamiento mágico es una de las estructuras mentales que conforman a las mujeres, junto con el pensamiento real. El hombre, en cambio, posee una única estructura que es la del pensamiento real.
Entonces, a simple vista queda claro que este tipo de pensamiento (el mágico) es antinatural y retorcido, es decir no es inherente a todo ser humano ¿Por qué? Porque se va desarrollando a lo largo de nuestra infancia, mientras vamos creciendo; se alimenta de los cuentos de hadas, las historias fantásticas, tales como "Blancanieves", "La Bella Durmiente" o "La Cenicienta". Todos estos relatos tienen patrones o factores comunes que son el rol de la mujer y el rol del hombre o príncipe salvador. Siempre, en cada una de dichas narraciones, la protagonista principal aparece en una postura absolutamente denigrante, llevando una vida algo así como medio muerta, sin vida, sumamente infeliz, oscura, subordinada. Y mientras tanto, alrededor de ella coexisten otras mujeres, como es la madrastra en La Cenicienta o la reina en Blancanieves, que son causantes de su infortunio y mala vida, portadoras de sentimientos funestos y horribles, como la envidia, la injusticia, la crueldad y la malicia. Y casualmente, también, en todas estas historias aparece mágicamente un hombre que las saca de esa situación, que las rescata de esa vida sin sentido e infeliz que sostenían.
Ahora transportemos esto a nuestra vida real.
¿No es de lo más patético responsabilizar a otros por la infelicidad o felicidad propia? Esa idea de externalización que tenemos al alegarle al otro nuestro estado de ánimo es de lo más penoso. Es como si le estuviéramos echando la culpa a nuestro alrededor de lo que nos pasa por dentro, sin hacernos cargo del peso que tenemos nosotras mismas en este proceso. Creemos inconscientemente que la felicidad viene de afuera y es por eso que ni siquiera hacemos el esfuerzo de buscarla en nuestro interior. Nuestra propia felicidad nos es totalmente ajena. Lo cierto es que estamos, la gran mayoría de las mujeres, exentas de internalización, porque es más fácil imputarle al otro lo que nos pasa en vez de hacernos cargo nosotras mismas.

Es así que vamos creciendo, rodeadas de historias irreales que parecen ingenuas y soñadoras, pero a la larga esta inocencia se paga, porque nos va forjando como seres que anulan el pensamiento real para reemplazarlo por el pensamiento mágico.
No vemos que lo que gobierna es el pensamiento real, el concreto, el que tenemos y no el pensamiento mágico.
Exigimos que los hombres cumplan con las expectativas generadas en estos cuentos de hadas (a mi criterio altamente patológicos) Ésta es la explicación de por qué el golpe es tan duro cuando se choca con la realidad y los defectos del hombre real. En los cuentos nunca existió  príncipe alguno con mocos (o al menos hasta ahora no nos enteramos de ellos) Bueno, las personas reales tienen mocos, sería meternos en la idea de kitsch decir que no los tienen. Es un ejemplo vulgar, pero es claro. Estos cuentos suprimen los defectos, no los muestran… lo que nos lleva a pensar de manera inconsciente y más cuando somos pequeñas, que estos no existen. Pero que no se mencionen no quiere decir que no existan eh.
Díganme si no es absurdo que millones de mujeres tengan en la cabeza exactamente al mismo prototipo de hombre ideal. Un solo y único hombre con las mismas características. Es por eso que cuando llega un hombre a nuestras vidas, uno REAL, lo comparamos con lo que quisiésemos que fuera, con ese príncipe dador de vida que habita en nuestro inconsciente.

Las expectativas son la base del pensamiento mágico. Si no se cumplen, aparece la frustración, la infelicidad. Las expectativas, en este formato, no son sanas, al contrario, son enfermizas.
Investigando un poco encontré que son la causa principal de las quejas constantes y de la ansiedad que se puede manifestar en infinitas conductas compulsivas, así como fumar, comer, beber, gritar, llorar, etc. (obvio que no quiere decir que escabiar, por ejemplo, es sinónimo de ser una mina con dificultades para distinguir estos dos polos)
Hay que darnos cuenta de que éste pensamiento mágico es una magia inalcanzable e imposible de realizar, y por lo tanto imposible también de ser satisfecha, por lo que ese hombre no existe y es inútil que estemos como unas bolas tristes a la espera, pacientes de la sorpresa, de lo impensado, esperando algo así como la salvación en esta (estúpida) postura ovular.  
Tenemos que reformular las definiciones y conceptos interiores por los cuales nos rigimos, porque cuando estas ideas son no tienen defecto alguno, es claro que no siempre (casi nunca, diría yo) encajan con la realidad.

Conclusión: Lo real es boicoteado por lo mágico. Y así se nos va la vida, los momentos y las personas lindas.

¿Vale la pena enfermarnos tanto?

martes, 21 de febrero de 2012

Hoy todo se puede. Volá imaginación.

Hubo un tiempo en que la Luna estaba pegadita a la Tierra.
En las noches, los amigos se reunían para salir a pasear por el mar en una barca.
Mediante una escalera, con un pequeño salto, llegaban a la Luna, cuya superficie por consistencia de queso
 estaba llena de conchas, estrellas de mar y peces fosforescentes atraídos por su fuerza de gravedad.
Durante esas visitas, un hombre admiraba a una hermosa mujer a la que no se atrevía a declararle su amor. Una noche, mientras ella estaba en la Luna, el astro comenzó a alejarse de la Tierra. El hombre estaba en la escalera, y tuvo un momento de indecisión y la Luna se alejó para siempre.. Esa es la razón por la que los perros ahúllan en las noches de Luna llena recordando el dolor de ese hombre por la pérdida de la mujer amada.

Somos como grandes puertos en donde algunas personas logran anclársenos como barcos y nos dejan a la deriva cuando se marchan, para siempre o al menos por un tiempo.. como buscando un rumbo que nos salve de la errancia y de la carencia de camino. Hoy no sé si me gustan tanto la sorpresas como escribí días atrás..
Cuando creemos que esos barcos ya partieron, nos equivocamos y no vemos que realmente siguen ahí desafiando las leyes del tiempo y de la distancia. Como ecos, quedan en un mar en el que navegan en un tiempo sin fin. Sé que no es irreversible este proceso, pero no quiero que vaya hacia atrás. Me niego a volver al mismo punto en el que estuve parada hace meses. Sería revivir el pasado en el presente y proyectarlo así en el futuro y olvidar todos los logros. Me rehúso a eso. Estoy abierta a cosas nuevas y cerrada a experiencias que sé que no me hacen bien. Así como las ideas que formamos en bloques de sabiduría y madurez, a partir de grandes confusiones. Basta un soplo, un instante, una promesa, un anhelo imposible rasgueando el plano de lo posible, un momento por más efímero que éste sea, para que hasta incluso la idea más fuerte se desmorone o vuelva a ser cuestionada. Y ¿volvemos así al principio de todo? Es la duda que permanece al acecho. Es la incapacidad de congeniar amor y sexo. Por eso quizá lo más complejo no sea hallar al amor, si no encontrar a ese alguien que se funda en ternura y pasión: alguien a quien querer con un cuerpo a quién amar.
Hoy quiero ser hoja de árbol para tener ese don de fluir lejos de las ramas que me enredan. De a poco el ovillo de nudos va a volver a ser lana lista para usar. Voy aclarando los conceptos, constatando su validez. Puedo elegir y eso quiere decir que no estoy atada.

Libre.

viernes, 17 de febrero de 2012





No hay nada como tu amor, 
como medio de transporte.

Vos y yo, tendremos que protegernos de nosotros mismos, de nuestro deseo inconsciente de estar juntos; del maldito magnetismo que atrae nuestros cuerpos y nuestras almas, que busca ese encuentro que queremos posponer.
(¡Cómo me gustan las sorpresas!)

Todo se transforma.

Creció a lo largo y a lo ancho.
Se esbozó como un sueño que nació en la imaginación de las nubes y después se volvió aire.
Seguimos nuestros rumbos encontrados a veces, y perdidos otras.
Me quedé con una mancha de tu tinta azul en mi cuaderno para con la luna de hoy, cerrarlo. 
Concluirlo y dejarlo todo inmerso dentro de esta noche de vainilla; con unos dientes hechos sonrisa que se asoman por la ranura de mis labios y con la nostalgia y el cariño que envuelve. Es tiempo de abrir otro capítulo, en otro cuaderno.
Hasta el recuerdo.

Y cuando uno escribe ayer, lo hace a la espera esperanzada de mantenerlo vigente para el hoy y el siempre. Pero.. ¿y si hoy todo es distinto? ¿si hay un cambio que no estaba previsto?
Gracias por demostrarme, a tu manera
que hay espacio para escribir una hojita más, todavía en blanco. Que no es necesario borrar tu nombre de al lado del mío, que podemos seguir compartiendo algo: juntos.

martes, 14 de febrero de 2012

Quién te quiere como yo? Carlos Baute.

Quien te llena de alegría como yo? (qué te importa)
Quien te besa quien te mima? sólo yo (y el flaco con el que te cago!)
Quien te da tanto cariño como yo? (mi perra Maia)
Quien te da lo que tu pides? sólo yo (y el kioskero)


Te juro amor yo por ti daría toda la vida (sí, matate)
seguro estoy que jamas nadie te ha querido como yo
Quien te quiere y te cuida como yo?
Quien te alegra los días como yo?
Quien te da desayuno en la cama y te hace sentir una dama? (¿¿??)
Quien te admira como yo?
Quien te piensa y te ama como yo? (tu vieja)
Quien te lleva a conciertos mas viajes en barco a cruzar nuevos mares?
Quien respeta tu espacio?
Quien entiende tus días de cambio?
Quien saca lo bueno de ti?
Por favor no te olvides de mi (!!!!!!!!!!!!)


Quien te besa en las mañanas como yo?
Quien te cura cuando enfermas? sólo yo (y el té Vic, goma de mierda)
Quien te escuchara las penas como yo?
Quien te ama y quien te alegra? sólo yo


Diganme si no es la canción MÁS ENFERMA que escucharon en la vida.
Por algún lado hay que canalizar el ocio, la s
obredosis de radio y aburrimiento.

lunes, 13 de febrero de 2012

¿Quién dijo que 13 no es la buena suerte?

"La vida se mide por los instantes, y no por los años que uno lleva vividos" Creo que esa es la frase exacta que te regalaría en este día.
Si tuviera que rescatar algunas de las más lindas luces que me iluminaron y acompañaron a lo largo del 2011, entre ellas, sin duda rescataría la tuya. 

Porque agradezco a la fuerza omnipotente que ata esos hilos aparentemente lejanos e invisibles, que algunos llaman Dios. Esa energía que está pero que no se ve ni se toca... seguramente la misma que ese día en Uruguay me permitió conocerte más allá (mucho más allá) de lo que te conocía como hermano: como amigo. Y confiarte así mis vivencias, mis mambos, mis historias. 

Porque te convertiste en un eje que me es imprescindible para el propio equilibrio, que sobrepasa las barreras puramente familiares que nos unen.
Me enseñaste y aprendí el valor del esfuerzo, y que nunca jamás tengo que dejar de soñar aunque mis metas parezcan irracionales. Con tus ansias de escritor, comprendí que sólo los valientes son capaces de arriesgarse por lo que realmente quieren y que no están dispuestos a cargar con la consciencia de sus deseos hechos polvo; sino que quieren vivir con la honra de que lo intentaron. Que sos de los que quieren vivir. Vivir y no sobrevivir.. de los que están dispuestos a 
quebrar las estructuras y romper moldes, de los que quieren hacer las cosas a su manera
 y no a cuestas de lo que nos imponen los demás. Yo soy responsable de querer seguir tus pasos, de ser tu huella.. Es así que que sos algo parecido a mi "Che" sobre la tierra, mi ejemplo.

 Porque la conexión que construimos y alimentamos no va a consumirse entre tanta rutina; y es de lo más valioso que tengo, de esas que quiero llevar conmigo siempre. Y cuando sea grande y mis hijos visiten a su tío, sé que van a aprender de uno de mis más queridos maestros. 

Te amo Ro.
Feliz cumple!!!

domingo, 12 de febrero de 2012

Embriagarme de poesía dominguera.

"La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas. 
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía."
J. Sabines

viernes, 10 de febrero de 2012

El efecto mariposa.

Con cualquier cambio pequeñito uno no estaría aquí.. ¿Qué hubiera pasado si  nuestro abuelo decide no ir a esa reunión en donde conocería a la mujer del destino? ¿Y qué hubiera pasado si algún bisabuelo adolescente, de pronto, tiene la idea de un viaje que lo llevará a otra historia?

En el lenguaje poético, se dice que nadie puede cortar una flor sin perturbar una estrella. Así, un parpadeo puede llevar a la catástrofe. 
La ciencia ha descubierto que detrás de la fachada del caos existe un orden más profundo en donde todo está comunicado y entrelazado. 
Al hacer estudios sobre los cambios atmosféricos, la ciencia descubrió el efecto mariposa: el simple aleteo de una mariposa puede desencadenar una tormenta. Se había descubierto el poder de lo sutil. 
Con la misma lógica, tal vez un cambio milimétrico en nuestras vidas podría introducir un nuevo orden, en una de esas incluso la armonía.

jueves, 9 de febrero de 2012

No hay idioma alguno que sea capaz de explicar la sensación que me oprime el pecho,
no debe haber dolor que equivalga lo que el tuyo.
No podría caber en mí, aunque yo mucho quisiera, 
una mínima parte de la aflicción que te apaña en estos momentos.


Días en los que me esmero inútilmente en ponerme en tu lugar 
para ver si así se te hace más leve el calvario.
¿Pero qué ibas a saber? 

Si nadie dijo nunca que no nos encontrábamos exentas de la injusticia.


Tristemente guardo en cajones de espera lo tanto que tengo para contarte.
Impotente, no puedo siquiera recordarte figurativamente:
 no tengo ni una foto con vos.
Aunque sí puedo capturar en la película de mi vida fragmentos hechos partículas 
de todo lo lindo que compartimos, y aferrarme a ello con la incertidumbre del reencuentro.


Cuando quiero mandarte amor, él se escapa rebelde del sobre, como burlándose de mi;
aunque tampoco sé con exactitud en qué Norte de qué brújula estarás..
¡Ay si yo hubiese sabido! 

Maldito Valle de Tucumán.

Ahora, sólo sé que el paisaje que te envuelve esta noche es tan funesto como el de ayer.
Y ojalá pudiera enviarte palabras llenas de sonidos,
pero, en cambio, soy la emisora de un silencio vacío.
Vacío enorme, que pesa y se nos impone autoritario.

A Mika.

martes, 7 de febrero de 2012

Ahora Zaz, y unos gritos desaforados en la cocina.
¡Que liberador debe ser gritar en francés!
Y una canción que aunque no entiendo, sé que dice lo que siento. 


La lluvia me ríe.

Apareció como parida entre nubes, como madre de la melancolía, y como la culminación del santo ritual a la tierra seca: la lluvia. Esperó y esperó, hasta que asomó sus narices con fulgor y potencia ¡Por fin mi cuerpo se empapaba de otra cosa que no fuera sudor!
Mi lengua se asomaba sedienta, estirándose hasta acalambrarse su propio tórax en busca de unas pares de dos de hidrógeno y una de oxígeno hechas comprimidos naturales.
Cuando miré el cielo, comprendí que ya no necesitaba caminar debajo de un techito para no mojarme o mejor dicho, mojarme un poco menos.. Dicha acción no tenía sentido alguno, si no había apuros.. El reloj que no tenía me decía que era tarde y que hiciere lo que hiciese, llegaría fuera de horario. Así que dándole otro sentido al tiempo: iba temprano en mi retraso. Y era feliz. En cuanto quise darme cuenta, estaba contemplando otra vez los chubascos, extendiendo los brazos cual mujer exenta de cordura; pero súbitamente advertí a otra mujer pero ella en su bicicleta que me acompañaba en mi locura, pues también sonreía y apreciaba el temporal en un sordo silencio. Fue la primera vez en que la lluvia apareció preciosa. La primera vez que descubrí su magia.
Me imaginaba como en un film en blanco y negro, sin prisa, sin paraguas, aunque con esporádicas melodías insurgentes tomadas prestadas de algún artista favorito.
En mi cabeza "las ideas no se matan" y en mi músculo cardíaco situado a la izquierda de mi pecho me invadieron por sorpresa dos deseos: tomarte la mano lento hasta sentir las yemas de tus dedos entrelazándose con los míos, casi con vergüenza, y morderte, sorteando los obstáculos que se presentaran hipotéticamente escurridizos. Andá a saber dónde estarías en aquellos momentos..
Tuve la sensación de que estabas de pie, empañando los vidrios de alguna vertiginosa ventana, contemplando la lluvia como yo, pero desde adentro, como refugiado; también pensando en mí, y entonces me quedé con ese presentimiento. Lo retuve en mi mente y cuando ya estaba en el colectivo lo guardé en una gota.

lunes, 6 de febrero de 2012

Saquémosle una foto a esta amistad.

Como dos caminos que simultáneamente van hacia la misma dirección.
Llevados por ritmos y vientos similares.
Nadie los puede alterar; están libres de influencias.
No oyen ningún sonido que sea incapaz de convertirse en futura música.
Algo parecido a la imagen de las vías del tren:
dos carriles paralelos que no se chocan jamás,
que aprendieron el recorrido y sin olvidarlo, hoy, lo hicieron viaje.
Ahora, ya en la marcha, no necesitan ir por el mismo andén,
porque así los dos están muy bien.
Crecen sus vagones, se llenan de personas y de hazañas, 
se nutren de sueños y de historias.
El nuestro es un boleto que nunca ha de expirar.

sábado, 4 de febrero de 2012

Próxima estación: biblioteca

(y obvio que con la esperanza como combustible)

jueves, 2 de febrero de 2012


"¡Qué paz, Carlos, qué paz!" no sé por qué motivo siempre me acuerdo de esa frase (boluda)
Lluvia que me espera en el patio, todavía agazapada. Tranquilidad vertiente en el transcurso de los días.

Y de yapa encontré estas dos mujerazas hechas precioso viento de tormenta en una canción. 
Voy a tratar de que la calma no se vuelva nunca esporádica.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Hace dos días que escribo incesantemente y no lo publico todo. Debe haber aproximadamente siete entradas borradores que no quieren salir de ahí.
Inconclusas, pobres, desordenadas, esperan que alguien las rescate.
Pero no.
Cuando las cosas no son espontáneas, considero que no son reales. Rebuscármela para escribir significaría que estoy buscando qué poner para que la gente me lea, y eso dejaría de ser real.
Yo quiero que la gente me lea a mí, entera, lo que me pasa o pienso, y no hay otra manera de que pase eso si no es por la espontaneidad.
A veces, uno va por la vida haciendo cosas para los demás, hasta que uno crece y se da cuenta que el mejor regalo que uno puede hacerse es quererse un poco y darse lugar a ser.
Estos días estuve ocupada en eso. En quererme un poco, en ser responsable conmigo, mi salud, y mis estudios, con lo que me comprometo y con lo que me compete.

Anduve de acá para allá, y aprendí que cuando hay tantas cosas que te llenan el corazón, uno no tiene tiempo ni lugar para pensar en lo que le falta.
Esa es la única clave para sentirse feliz, y el que se atreva a discutírmelo le aviso que ya sale perdiendo.